Las macrogranjas de cerdos en España aumentan un 6% en un año

Una vez pasada la tormenta que envolvió la producción intensiva de porcino al inicio de 2022, las grandes explotaciones han continuado, con sus problemas asociados de contaminación del agua y el aire.

14 enero 2023

Lejos de calmarse, la fiebre por las macrogranjas que ha convertido a España en la fábrica porcina de Europa se ha incrementado. Las grandes explotaciones de cerdos no paran de extenderse –y con ellas los problemas ambientales que llevan asociados–. En 12 meses, las granjas intensivas de porcino de mayor tamaño crecieron un 6%. Hay 138 granjas más de tipo III, según los datos del Ministerio de Agricultura. Arde un árbol en la Amazonía para que coma un cerdo de macrogranja en EspañaMÁS

Una vez amainada toda la tormenta que las envolvió al inicio de 2022, trimestre a trimestre, la macrogranjas han ido aumentando. Si en octubre de 2021 había 2.193 de estas explotaciones de gran tamaño, en marzo del año pasado ya eran 2.214, en junio 2.287 y en octubre de 2022, habían alcanzado las 2.331. Un salto del 6% –el promedio de crecimiento de la década es de un 4%–.

Cada una de estas macrogranjas puede contener más de 5.000 cerdos engordando antes del sacrificio y otras 750 hembras reproductoras, según la equivalencia de unidades ganaderas mayores (UGM) que hace el Observatorio Dehesa del Centro de investigaciones científicas y tecnológicas de la Junta de Extremadura. La legislación permite, además, que las comunidades autónomas suban esa capacidad un 20%. Es decir, más de 1.000 cerdos extra en la explotación.

En España cada vez hay más cerdos, pero criados en menos granjas. Las explotaciones pequeñas y reducidas han caído un 22% en la última década. Solo aumentan las de mayor capacidad de producción

A este volumen hay que añadirle las explotaciones de tipo II que pueden llegar albergar hasta 2.000 cerdos (más 200 hembras) y que también han pasado de 9.945 a 10.027 en 12 meses. No todas estas llegan al máximo pero, en definitiva, hay más de 3.300 explotaciones de cerdos en España que gestionan 2.000 o más ejemplares.

En este contexto, el número de cerdos criados en España (la mayoría en régimen intensivo como el de las macroganjas) sigue al alza. A mayo de 2022 –el último dato disponible en Agricultura– el censo estaba en más de 32,5 millones de ejemplares. Había subido un 0,5% en un año, mientras en el resto de potencias porcinas europeas –Alemania, Francia, Polonia, Dinamarca o Países Bajos– descendían.

Así que el curso pasado ha seguido consolidando un modelo ganadero de porcino intensivo y concentrado. En España cada vez hay más cerdos, pero criados en menos granjas. Las explotaciones pequeñas y reducidas han caído un 22% en la última década. Solo aumentan las de mayor capacidad de producción.

El boom de la produccion porcina ha hecho que la carne de cerdo se haya convetido en el producto agroganadero más exportado por España. En 2021 se vendió a otros países por valor de 5.500 millones de euros, por delante de los cítricos y el aceite de oliva, según el Informe de comercio exterior agroalimentario del Ministerio de Agricultura.

Pero, en el otro lado de este nicho de mercado, la concentración de miles de cerdos en factorías perpetúa los daños ambientales al aire y al agua que impone esta fórmula.

Contaminación del agua y del aire

La proliferación de megaexplotaciones de miles de cerdos ha hecho que España incumpla sistemáticamente los límites de emisiones a la atmósfera de amoniaco que provoca la degradación del estiércol de los animales.

España siempre ha rebasado los umbrales de amoniaco trazados al amparo de la normativa europea. Entre 2010 y 2019, el tope estaba colocado en las 373 kilotoneladas. Jamás se cumplió. A partir de 2020 entró en vigor una revisión legal cuyo nuevo techo era mucho más permisivo pero, de momento, también se ha fallado.

Hasta 2029 bastará con que las emisiones de amoniaco (la mayoría provienen del ganado porcino) estén un 3% por debajo de los 482 kt registradas en 2005. Pero en 2020 se contabilizaron 483 kt; es decir, más que en 2005, no menos. Los últimos datos, que serán de 2021, están por llegar.

El problema no es un secreto. En 2020 el Gobierno lanzó un decreto sobre granjas intensivas porcinas que decía: “La producción porcina puede tener un significativo impacto, especialmente en relación con la producción de nitratos y las emisiones de amoniaco a la atmósfera”.

El texto establece medidas para que las explotaciones rebajen estas emisiones, aunque para las granjas que ya existían entonces entrarán en vigor a partir de enero de este año.

Además del aire, como recogía el decreto, la cría intensiva de miles de cerdos suponen un peligro para las aguas. Los cada vez más célebres purines (los desechos de los animales mezclados con agua) pueden contaminar con nitratos los cursos y los acuíferos. Un problema sistémico en España, según ha analizado la Comisión Europea, que ha llevado al Estado al Tribunal de Justicia Europeo por incumplir la ley en materia de calidad de aguas.

Macrogranjas y deforestación

El 6 de diciembre pasado, la Unión Europea acordaba una ley contra la degradación forestal que provoca el consumo europeo. A pesar de sus lagunas, incide de lleno en un eslabón de la cadena productiva en la que se insertan las macrogranjas de cerdos españolas: la importación de soja para los piensos con los que se alimentan los animales.

Las habas de soja “son la base proteica de la alimentación ganadera”, describe Agricultura. Y debido a que apenas se produce en España “se trata de un producto necesariamente importado”. España gastó 1.700 millones de euros en comprar habas de soja en 2021. Un 49% más que el año anterior, según el informe anual de comercio exterior agroalimentario y pesquero del Ministerio.

Y el 67% del valor total importado de haba de soja procede de Brasil. Allí, el cultivo masivo e intensivo de soja ha estado detrás de la destrucción de miles de hectáreas de bosque de la Amazonia y El Cerrado. Los cerdos cuya carne exporta España comen la soja (el pienso) que crece en Brasil a costa de deforestar la selva.

Esta factura indirecta es la que intenta acotar la nueva normativa europea. Sin embargo, las macrogranjas siguen multiplicándose.

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Fuente de información: elDiario.es

Debate en la Unión Europea por el bienestar animal

La reunión comenzó con un discurso conmovedor de la comisaria Stella Kyrikades, quien afirmó que la UE «necesita hacer más» para mejorar el bienestar animal, especialmente porque la legislación sobre bienestar animal no ha sido revisada desde 2009.

20 diciembre 2022

Debate en UE por bienestar animal. En la última reunión del Consejo de Agricultura y Pesca de la CE hubo un interesante debate sobre el bienestar animal. El mismo reveló que muchos países tienen sumo interés en buscar vías mediante las cuales mejorar la legislación en áreas como el bienestar de los animales de granja, incluidos los peces. Y en cómo estos valores pueden reflejarse en las políticas comerciales.

Los miembros de Eurogroup for Animals estaban complacidos de escuchar a Sylvia Kyrikades mencionar la respuesta positiva de la Comisión a la ECI ‘End the Cage Age’. La Comisaria señaló la necesidad de una transición a la cría sin jaulas. También abordó temas específicos por los que han estado haciendo campaña las organizaciones ambientalisatas, incluido el bienestar de los peces de cultivo y las vacas lecheras.

Además, Kyrikades destacó que las regulaciones actuales para el bienestar animal son demasiado vagas. Y no se aplican adecuadamente, particularmente en lo que respecta al sacrificio y el transporte. La UE no tiene suficiente supervisión de estos procesos para garantizar que se cumplan buenos estándares de bienestar animal. Y de manera similar, se deben considerar los problemas relacionados con el comercio, tanto dentro como fuera de la UE.

Concluyó diciendo que un enfoque armonizado del bienestar animal en el ámbito de la UE beneficiaría a los animales y a las personas. Además de fortalecer nuestros sistemas alimentarios y los de la salud pública.

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Fuente de información: Ecoticias.com

Una quincena de empresas cárnicas y lácteas emiten más metano que países como Alemania y Canadá

Gigantes del sector ganadero, entre los que se encuentran Nestlé, Danone y JBS, equivalen a más del 80% de la huella total de metano de la Unión Europea y superan con creces la de varios países. Un nuevo informe del Instituto de Política Agrícola y Comercial y Changing Markets calcula su responsabilidad e insta a los gobiernos a apoyar una transformación agrícola justa.

25 noviembre 2022

No son pocas las veces que hemos oído decir que somos lo que comemos. Porque la comida es vida. Y, por ello, debemos darle la importancia que se merece. Pero, si se trata de las industrias cárnica y láctea, lo importante no es la carne y la leche, sino lo que está oculto tras su producción: nos comemos su contaminación.

Y es que cada granja, cada instalación ganadera, conforma una huella de metano (uno de los principales gases que calienta el planeta) demasiado grande para el riesgo climático al que nos enfrentamos. De hecho, si se juntaran 15 grandes empresas de este sector, entre las que se encuentras marcas muy conocidas como Nestlé y Danone, emitirían más que un país entero. El Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP, por sus siglas en inglés) y la fundación Changing Markets calculan exactamente cuánto en un nuevo informe.

Unidas, todas ellas son responsables del 3,4% de las emisiones mundiales de metano procedentes de la actividad humana y equivalen a más del 80% de la huella total de metano de la Unión Europea. Son casi 13 toneladas, mucho más de lo que emite Alemania, y más gases de efecto invernadero que gigantes de su industria hermana, la de los combustibles fósiles, como ExxonMobil, BP y Shell.

Por separado, encontramos a nombres reconocibles, como la empresa cárnica brasileña JBS, clave en la deforestación de la Amazonia, que supera las emisiones de metano ganaderas de Francia, Alemania, Canadá y Nueva Zelanda unidas, lo que se traduce al 55% del metano producido por todo el ganado de Estados Unidos. O a la multinacional estadounidense Tyson Foods, cuyas emisiones son comparables a las del sector ganadero ruso entero.

«Las emisiones de metano de las grandes empresas cárnicas y lácteas rivalizan con las de los Estados y, sin embargo, ocultan su colosal huella climática tras un barniz de greenwashing y objetivos de cero emisiones. Estas empresas no harán lo que es necesario de forma voluntaria: los Gobiernos deben establecer normas para regular sus emisiones y apoyar a los agricultores para que abandonen la agricultura industrial«, defiende Shefali Sharma, directora de IATP Europe.

Fuente de información: climatica.lamarea.com

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China construye dos rascacielos destinados a macrogranjas de cerdos

China quiere criar y sacrificar 1,2 millones de cerdos al año en estos rascacielos de 26 pisos

15 noviembre

China quiere convertirse en un referente del sector porcino. La potencia asiática se ha marcado un objetivo ambicioso: producir a nivel nacional el 95 % del cerdo que consume en un plazo máximo de diez años, según consta en un documento gubernamental que marca la estrategia para garantizar el suministro. No es un sector menor, porque es la carne más consumida en el país, con más de 22 kilos por persona al año.

Iniciativas no faltan. En la localidad de Ezhou (provincia de Hubei), se está desarrollando un proyecto que prevé la construcción de dos rascacielos de hasta 26 plantas con capacidad de criar y sacrificar hasta 1,2 millones de cerdos anualmente.

El proyecto para la construcción de rascacielos porcinos está financiado por Hubei Zhongxin Kaiwei Modern Animal Husbandry. Esta compañía ha proyectado dos rascacielos de 26 plantas cada uno, un complejo que será capaz de producir y sacrificar 1,2 millones de cerdos al año, lo que supondrá unas 108.000 toneladas de este tipo de carne.

Captura de pantalla de la red social china Weibo que muestra el edificio en su última fase de construcción
Captura de pantalla de la red social china Weibo que muestra el edificio en su última fase de construcción (Weibo).
Imagen publicada en La Vanguradia

Fuente de informació: La Vanguardia

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Alemania restringirá la exportación de animales vivos

En lo que representa una noticia sumamente positiva para millones de animales de granja, el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura ha declarado que restringirá la exportación de varias especies utilizadas para la cría, a terceros países desde Alemania.

11 noviembre 2022

Alemania restringirá la exportación de animales vivos. A partir del 1 de julio de 2023, se retirarán los certificados veterinarios alemanes para la exportación de bovinos, ovinos y caprinos utilizados para la cría a varios países fuera de la UE. Según ha anunciado oficialmente el gobierno alemán.

Esta no es la primera vez que Alemania endurece sus normas de exportación para apoyar un mayor bienestar animal. Puesto que ya había retirado los certificados para animales utilizados para engorde y sacrificio a terceros países. Sin embargo, al extender estas restricciones a la cría de animales, el país está adoptando una posición aún más fuerte contra los problemas del comercio internacional de animales.

Y contra las crueldades que enfrentan los animales dentro de este sistema. De esta forma están enviando un poderoso mensaje sobre la importancia del buen bienestar en cada etapa de la vida de un animal.

Fuente de información: Ecoticias.com

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Maltrato en una macrogranja de pollos en Alemania

Pollos agonizando y golpes: un grupo animalista muestra imágenes de una macrogranja que provee a Lidl Alemania

El centro está situado en Alemania y vinculado a un proveedor de la cadena de supermercados en ese mismo país, según Equalia, que pide un compromiso para acabar con las “prácticas más crueles.

25 octubre 2022

La organización animalista Equalia ha publicado este martes imágenes de una macrogranja de pollos en Alemania —vinculada a un proveedor de la cadena de supermercados Lidl en ese mismo país, según la ONG— y ha denunciado prácticas como la manipulación de los animales con violencia y el crecimiento de las aves con graves deformidades.

El vídeo está grabado en una macrogranja ubicada en Alemania, pero no se detalla cuál es su localización concreta. Según la ONG animalista, los operarios sacrifican a las aves a golpes e incluso uno de ellos orina al lado de los pollos que se crían allí. También se pueden ver animales agonizando.

Decenas de ONG europeas piden el fin de las “prácticas más crueles” de la producción y que la cadena de supermercados Lidl se adhiera al Compromiso Europeo del Pollo, que busca que en el año 2026 se cumplan todas las leyes y regulaciones de la UE en materia de bienestar animal, independientemente del país de producción.

Entre otros compromisos, recoge mejoras en sus condiciones ambientales y de alimentación —que las aves estén menos hacinadas, tengan al menos “dos metros de espacio de percha utilizable” y se eviten las jaulas— y que se cambien los métodos de aturdimiento antes del sacrificio.

Fuente de información: elDiario.es

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Detienen a 58 personas por criar codornices invasoras en macrogranjas y soltarlas en cacerías privadas

En menos de tres años 560.000 ejemplares de codorniz japonesa han sido empleados en cacerías. Es una especie exótica más pesada y fácil de matar.

27 septiembre 2022

Trucar una cacería es una práctica muy arraigada en España: se crían y sueltan animales en masa para que sea fácil matarlos sin demasiado esfuerzo ni puntería. Si, además, la especie que se cría y suelta es invasora, se redobla el daño que se causa a esa misma naturaleza que tanto dicen amar ciertos cazadores. Esa cría y suelta ilegal es justo contra la que apunta la operación Guatlla, un trabajo de dos años tras los que la Guardia Civil ha detenido a 58 personas.

Agentes del Seprona han llevado a cabo actuaciones en varias empresas productoras de codorniz, intermediarios y cotos de caza, realizando más de 114 inspecciones durante las que tomaron más de 300 muestras biológicas con el fin de certificar a través del ADN que se trataba de la especie invasora. Cerca del 90% de las muestras fueron positivas, dando como resultado que se trataban de especímenes de codorniz japonesa o híbridos de la misma, informa la Guardia Civil en una nota de prensa.

Durante la operación, desarrollada durante dos años, se ha conseguido demostrar la comercialización por parte de diversas empresas de ejemplares pertenecientes a la especie codorniz japonesa (Coturnix japonica).

Si bien su cría y comercialización está permitida para la venta destinada al consumo humano, se ha descubierto que estas empresas disponían de una línea paralela de producción cuyo destino era la suelta y liberación en cotos de caza y cotos de caza intensivos durante las actividades cinegéticas, actividad prohibida al tratarse de una especie exótica invasora.

Codornices de bajo vuelo

Sólo durante el periodo transcurrido entre enero de 2019 y septiembre de 2021, se ha podido acreditar que habrían sido comercializados más de 560.000 especímenes de codorniz criadas en las empresas investigadas, cuyo destino final sería la suelta y liberación en el medio natural con fines cinegéticos.

La especie autóctona de la codorniz común (Coturnix coturnix) es muy apreciada para la actividad cinegética. Sin embargo la codorniz japonesa, especie comercializada y distribuida por estas empresas en todo el territorio nacional, resulta ser hasta 10 veces más productiva y con características morfológicas muy parecidas, si bien se comportan de forma muy distinta en el medio, siendo estas más pesadas y con menos movilidad y, por tanto, más fáciles de cazar.

Ingeniería genética y ADN

Las principales empresas productoras de codornices tenían un verdadero departamento de I + D en el que favorecían la hibridación de especies para que no fueran detectadas por los compradores, lo que podría suponer además un fraude a los consumidores quienes creían que adquirían la codorniz nacional.

Las actividades de liberación y suelta con fines cinegéticos, para las que las empresas productoras vendían las aves, suponen que una parte de los especímenes de codorniz japonesa sobrevivan y, por sus condiciones, se adapten al medio natural. La codorniz japonesa (Coturnix japonica) compite de forma directa con la codorniz común (Coturnix coturnix), especie autóctona que se encuentra distribuida de forma natural, y en serio declive, en todo el territorio nacional español.

El resultado de la suelta e introducción sin control de la codorniz japonesa es, que se ha podido observar la hibridación natural entre la codorniz japonesa y la codorniz común, lo que podría llevar a la desaparición de la especie autóctona.

Esta introducción al medio natural provoca un impacto ecológico, con la consiguiente pérdida de patrimonio genético, así como la competencia que se genera con la especie nativa a la que desplaza del medio natural.

Competencia entre especies

Es la primera operación en la que se investiga desde el ámbito penal una actividad relacionada con la liberación de especies exóticas invasoras en la que se produce esta competencia entre especies, actividad que además ha venido desarrollándose de manera deliberada y prolongada en el tiempo durante los últimos años.

Esta operación ha sido coordinada por la Fiscalía de Sala de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía General del Estado. Las diligencias han sido entregadas en los Juzgados de Instrucción nº1 de Lleida y nº 2 de Cervera (Lleida).

Los agentes han contado con la colaboración de la Fiscalía Provincial de Lleida y el Laboratorio Nacional de Veterinaria dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para el análisis de las muestras genéticas, así como con el asesoramiento y apoyo de inspectores de la Dirección General de Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica y Reto demográfico.

Fuente de información: ElDiario.es

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ADDA influye, después de 9 años, en la instalación “obligatoria de videovigilancia en los mataderos”

21 agosto 2022

El Consejo de Ministros, y por iniciativa del Ministro de Consumo, Alberto Garzón,  finalmente ha aprobado un Real Decreto por el cual se establece la instalación obligatoria de cámaras de videovigilancia en todos los mataderos españoles, para garantizar el control del bienestar de los animales. Una vez sea publicado en el BOE (Boletín Oficial del Estado) los mataderos tendrán un año para adaptarse a las nuevas medidas y los mataderos pequeños dos años.

Las cámaras de videovigilancia deberán filmar las zonas de los mataderos en donde se encuentran los animales: zonas de carga y descarga, los pasillos de conducción y las zonas en donde son aturdidos y matados posteriormente. Referente a las aves y cerdos, este proceso se deberá filmar en su totalidad para controlar que, realmente, el aturdimiento se haya realizado.

Las filmaciones se tendrán que guardar durante un mes y estarán disponibles para el control correspondiente de cada comunidad autónoma.

La única parte del proceso que no se tendrá que filmar obligatoriamente, será el momento de espera de los animales dentro de los camiones cuando llegan a los mataderos, antes de que sean descargados.  No obstante, los mataderos deberán contabilizar este tiempo de espera.

Ong ADDA ante la opacidad de lo que sucede en el interior de los mataderos, en el 2013 inició una petición bajo el titular:  Si no hay nada que ocultar… ¡QUE NO SE OCULTE NADA!  dirigida al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y a los responsables en materia de todas las Comunidades autónomas la aprobación de una normativa a nivel nacional para que fuera obligatorio la instalación de un sistema de videovigilancia en todos los mataderos españoles. Como medida preventiva para evitar irregularidades, malas prácticas hacia los animales y garantizar los aturdimientos legales.

A la petición se sumó, un largo recorrido de recogida de firmas, escritos a las autonomías españolas, y entre otras acciones, a los Diputados/as del Congreso, facilitando “el Libro Blanco” editado por ADDA.

Ong ADDA, ha visto compensados sus años de esfuerzo en el intento de mejorar el bienestar de los animales destinados a la cadena alimentaria.

Catalunya permitirá a las granjas de cerdos verter purines más cerca de viviendas y depósitos de agua

La Generalitat prevé relajar las exigencias medioambientales sobre gestión de residuos animales que implementó en 2019 para los ganaderos.

18 julio 2022

El Govern catalán permitirá que los ganaderos puedan almacenar, tratar y verter purines más cerca de domicilios, centros de trabajo y puntos de captación de agua. Así lo prevé una modificación del actual decreto de deyecciones ganaderas que está en fase de información y que previsiblemente se aprobará después del verano.

Los purines son una mezcla altamente contaminante de heces, orina y resto de comida que producen los animales. Tienen un alto nivel de nitrógeno que les permite ser utilizados como fertilizantes orgánicos. Estos residuos, sin embargo, también generan problemas por sus malos olores y porque al filtrarse en la tierra acaban contaminando las aguas subterráneas. También contaminan la atmósfera por las emisiones de amoníaco.

Actualmente, las plantas de almacenaje de purines de cerdo deben guardar una distancia de 750 metros respecto a núcleos de población, viviendas aisladas, polígonos industriales y centros de trabajo no agrario. En el documento que propone la modificación del decreto, la Generalitat señala que esta distancia es “excesiva” e imposibilita que en muchas zonas de Catalunya se puedan instalar plantas de tratamiento y almacenaje de este residuo.

La propuesta prevé reducir esos 750 metros de distancia de las plantas de purines a solo 400 metros de núcleos de población, casas aisladas y centros de trabajo. Otra de las opciones planteadas en la documentación implicaría una distancia de 500 metros para núcleos habitados, 400 metros para viviendas aisladas y 300 metros para los centros de trabajo. Para las deyecciones que no sean de cerdo se prevé una distancia mínima de entre 250 metros (naves industriales) y 400 metros (núcleos de población).

Catalunya fue en 2019 pionera a la hora de establecer distancias mínimas entre estas plantas y los municipios. Tres años después, apuesta por relajar las exigencias medioambientales en su normativa modificando el anexo del decreto de gestión de deyecciones ganaderas.

Desde el Departament d’Acció Climàtica creen que rebajando las distancias requeridas fomentarán la instalación de más y mejores plantas para tratar los purines y favorecerán el uso de abonos orgánicos. “Para nosotros, las deyecciones ganaderas nunca han sido un residuo, sino un fertilizante”, señala en conversación telefónica Neus Ferrete, subdirectora de Ganadería de la Generalitat.

“Si tenemos distancias de seguridad muy garantistas, muy prudentes, estamos dejando una parte de los campos sin que pueda llegar fertilizante orgánico, que es más beneficioso que el fertilizante mineral”, remacha Ferrete, que insiste en que la modificación de la normativa en ningún caso supone un paso atrás. “Al revés, es un paso adelante”, sostiene.

Vertidos más cerca de pozos de agua

La modificación no solo afectará a las plantas de almacenaje de residuos animales. También prevé reducir la distancia de seguridad cuando se viertan purines para usarlos como abono en campos cercanos a puntos de captación de agua y núcleos de población.

La Generalitat prevé una reducción considerable de esta distancia de seguridad respecto a los puntos de agua potable, a pesar de que el propio Govern admite que el 83% de las masas de agua subterránea en Catalunya tienen un exceso de nitratos por culpa de los purines y de los fertilizantes agrícolas.

Actualmente se debe guardar una distancia de entre 100 y 300 metros respecto a estos pozos de agua subterránea y núcleos de población, en función de si se aplican los purines directamente a la tierra o se hace con un sistema de tubos al nivel del suelo.

La Generalitat prevé reducir esta distancia a solo 75 metros respecto a puntos de captación de agua subterránea para todos los supuestos, sin distinguir la manera de aplicar los purines. También prevé una reducción similar de la distancia respecto a viviendas aisladas (25 metros) y polígonos industriales (75 metros). En el caso de otros fertilizantes animales que no provengan del cerdo también se reducirán las distancias requeridas.

De las 12 “zonas vulnerables” de agua subterránea identificadas por la Generalitat, solo tres mejoraron su percentil de nitratos entre 2019 y 2020. En el resto de puntos la contaminación aumentó con la excepción de una de las zonas, cuyo índice se mantuvo estable. Esto supone que, en algunas comarcas con alta concentración de granjas como Osona, en algunos momentos más del 40% de las fuentes públicas hayan tenido que colgar un cartel de “agua no potable”.

“No plantearía la nueva normativa como una mejora [de las aguas subterráneas] sino que no afectará negativamente”, responde Ferrete, la subdirectora de Ganadería. “No podemos dejar de fertilizar los campos, ahora parece una tontería pero la situación puede cambiar de un día para otro”, añade, en referencia a una posible falta de materias primas por la guerra de Ucrania. “Tenemos que intentar que la superficie rinda al máximo cumpliendo la normativa, preservando el medio ambiente e intentar ser autosuficientes en materia alimentaria”.

La propuesta de la conselleria liderada por Teresa Jordà (ERC) también contempla una lista de 60 municipios de montaña en los que se establecerá una distancia de solo cinco metros entre el municipio y los campos en los que se viertan purines como abono. Los municipios están en las comarcas del Alt Urgell, Alta Ribagorça, Berguedà, Cerdanya, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Solsonès y Vall d’Aran.

“Son medidas que benefician a la industria y perjudican al medio natural y a los acuíferos”, señala Jordi Gisbert, miembro de la organización animalista ADDA contra la cría intensiva de animales. “Lo que debería hacer el Govern es plantear cómo reducir la cabana porcina en Catalunya”. Según el Instituto de Estadística de Catalunya, en 2020 hubo más de 8 millones de cerdos en la comunidad.

El Govern también prevé modificar a la baja los índices de generación de purines previstos para cada cerdo. Prevé reducir el coeficiente actual de 2,15 metros cúbicos por cerdo hasta 1 metro cúbico. Ferrete explica que, tras analizarlo en 250 granjas durante un año, han llegado a la conclusión de que el valor actual no se ajusta a la realidad debido a los avances técnicos en la gestión de estos residuos. Precisa, sin embargo, que esta modificación no permitirá aumentar la cabana porcina a las granjas.

Fuente de información: elDiario.es

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