El matadero “del infierno” en Francia

La asociación animalista L214 ha iniciado una campaña para cerrar esta instalación a la que acusa de prácticas crueles e ilegales.

20 febrero

Por desgracia no paramos de ver imágenes de como, en algunas mataderos, sacrifican ganado sin aturdir antes a los animales, haciendo uso de prácticas salvajes y sin minimizar el sufrimiento de los animales.

El pasado mes de diciembre nos quedamos en shock por las crueles prácticas y la insalubridad de un matadero de Albacete. Hace un año otras imágenes de un matadero de Avila, donde se cortaban las patas de las vacas cuando estas eran aún conscientes, daba ganas de llorar. Ahora, nos llegan unas imágenes de gran crueldad de un matadero francés.

El matadero Sobeval en Dordoña, suroeste de Francia, es uno de los más grandes del país y sus prácticas difieren mucho de ser respetuosas con los animales. En el video, difundido por la organización francesa de defensa de los animales L214 , se puede ver sacrificios de animales sin haberlos aturdido antes, terneros vivos colgados desangrándose o tirados por el suelo luchando por su vida mientras van muriendo. El nivel de crueldad de las imágenes es tal que desde L214 han decidido dejar que el espectador elija si las quiere ver reales o con un filtro aplicado que simula dibujos.

Prácticas crueles e ilegales

Este matadero industrial produce para la empresa Sobeval, que pertenece al grupo holandés Van Drie, líder mundial en ternera. En estas instalaciones se matan 3400 terneros cada semana, a razón de 90 terneros por hora y “allí se practican todos los tipos de matanza: matanza estándar y ritual (kosher y halal)”, especifican desde L214. El matadero “mata terneros cuya carne está certificada como orgánica, de alta calidad o denominación de origen”, detalla la asociación.

A raíz de las filmaciones, realizadas durante el mes de noviembre y diciembre de 2019, L214 alerta que “en el matadero de Sobeval, hay múltiples violaciones de la ley tanto en la matanza ritual como a la matanza estándar”.

”En este moderno matadero, esperábamos que las cosas fueran mejor, pero nada en absoluto …”, señala Sébastien Arsac, portavoz de la asociación L214. En las matanzas ritual como la kosher y la halal, la asociación explica que “la mayoría de los terneros son asesinados sin aturdimiento”. Desde L214 recuerdan que “cuando hay una matanza sin aturdimiento previo, la ley requiere que los animales estén inmovilizados hasta que ya no muestren ningún signo de conciencia o sensibilidad”.
En las imágenes se puede ver como esto no se cumple, los terneros muestran signos de conciencia antes y después de ser colgados de la línea de sacrificio.
Con respecto a la matanza estándar, L214 denuncia las practicas ilegales que se realizan en las instalaciones de Dordoña. “Contrariamente a la obligación reglamentaria, en el matadero de Sobeval las cabezas de los terneros nunca se inmovilizan en el momento de su aturdimiento. Por lo tanto, se deben repetir muchos disparos mal ajustados, hiriendo a los animales y sin dejarlos inconscientes ”, explica L214.

Las imágenes muestran animales que recuperan la conciencia en el momento de su sangrado. Eso provoca que los terneros agonicen conscientes durante varios minutos. ”La matanza sin aturdimiento debe ser detenida. Allí las carencias y los fallos, que no dejan de suceder, causan un sufrimiento sin nombre a los animales. Hay una necesidad urgente de cerrar este matadero y, más allá de eso, cuestionar la legitimidad de continuar sacrificando animales innecesariamente “, explica Arsac.

Ante tal situación, L214 ha decidido “presentar una queja ante el fiscal de Périgueux por crueldad hacia los animales y solicita el cierre de emergencia del matadero, que presenta serios problemas estructurales y prácticas de matanza en gran parte deficientes” . La asociación también ha escrito a Didier Guillaume, Ministro de Agricultura, y espera “una respuesta rápida y apropiada”. También han habilitado en su página web un formulario para firmar la petición para requerir el cierre del matadero de Sobeval.

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Fuente de información: La Vanguardia

Atención: las imágenes publicadas no son aconsejables para personas sensibles.

La Asamblea insta al Gobierno a que apruebe la instalación de cámaras en los mataderos

Todos los partidos políticos, excepto Vox, votan a favor de la proposición no de ley.

21 febrero 2020

El primer paso para la instalación de cámaras en los mataderos madrileños ya se ha dado. Todos los partidos políticos, excepto Vox, votaron este jueves a favor de una Proposición No de Ley (PNL) para que se implante esta medida como complemento a la función de control de los servicios veterinarios oficiales y se cumpla, de esta manera, la normativa de bienestar animal y seguridad alimentaria. El siguiente paso será que la Consejería de Sanidad presente un proyecto de ley.

La ONG Equalia —detrás de los vídeos de dos mataderos de la Comunidad de Madrid en los que denunciaban un trato vejatorio con los animales antes de ser sacrificados y el incumplimiento de la normativa vigente— celebra este éxito político que, en principio, es una declaración de intenciones, ya que una proposición de ley no es de obligado cumplimiento.

PSOE, Unidas Podemos y Más Madrid presentaron la propuesta al pleno de la Asamblea, tras haberse reunido previamente con la ONG. Ciudadanos presentó una enmienda a la propuesta original para que se constituya una comisión de seguimiento entre el Consejo de Gobierno, los grupos parlamentarios y las entidades de los sectores alimentario y del bienestar animal hasta la elaboración del marco normativo. “Consideramos las alegaciones de Cs asumibles, pues además de no afectar el contenido sustancial de la propuesta, aporta a la iniciativa la plena confianza en la Consejería de Sanidad, para la iniciación y desarrollo de los trámites de elaboración de la correspondiente normativa legal para la instalación obligatoria de cámaras de videovigilancia en todos los mataderos madrileños”, dijo ayer Guillermo Moreno, director general de Equalia.

Equalia está trabajando a nivel autonómico en 12 Comunidades Autónomas. En nueve de ellas, ya se ha presentado una propuesta similar (Castilla y León, Comunidad Valenciana, La Rioja, Región de Murcia, Asturias, Castilla-La Mancha, Navarra y Canarias, a las que se suma ahora la comunidad madrileña). Esta es la tercera PNL aprobada en España, después de votarse en Navarra y La Rioja la misma iniciativa, siendo ratificada en ambas por unanimidad.

Esta medida ya existe en países como Inglaterra, Escocia e Israel.

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Fuente de información: El País

La Unión Europea financia la publicidad para la promoción del consumo de carne

Wakker Dier es una organización de los Países Bajos fundada en 1998 y dedicada al bienestar animal, cuyo principal objetivo es poner fin a la agricultura y ganadería industrial. Pues bien, hoy conocemos una investigación de esta organización en la que se denuncia que la Unión Europea financia la publicidad para la promoción del consumo de carne, algo que va en contra de las actuales preocupaciones sobre la salud y el medioambiente.

Desde el año 2017, la Unión Europea ha destinado unos 60 millones de euros a la publicidad relacionada con la carne, esto se debe al sistema de subsidios obsoleto e insostenible que deja a un lado los intereses relacionados con el medioambiente, los animales y la salud. La investigación de Wakker Dier pone estos datos de manifiesto y quiere que se ponga fin a unos subsidios que son contraproducentes e insostenibles para el planeta y para los seres humanos.

Recordemos que de este tema ya hemos hablado anteriormente, en 2016 diferentes organizaciones ambientalistas protestaron por la decisión de la UE de promover el consumo de carne en Europa. El entonces Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la UE, Phil Hogan, prometía destinar 15 millones de euros a esta cuestión y anunciaba una partida presupuestaria de otros cuatro millones de euros para abrir nuevos mercados de la carne en otros países no comunitarios en 2017, de ello hablábamos en este post.

Según la organización holandesa, el pasado mes de noviembre la Comisión Europea decidió poner en marcha una campaña publicitaria en favor de la industria avícola europea, campaña de dos años de duración con un presupuesto de 4’4 millones de euros, que se inicia este año y que se desarrolla en seis países comunitarios con el fin de aumentar el consumo de carne de pollo. Pero lo mismo pasa con otros tipos de carne, cerdo, vacuno, oveja, conejo, cordero… se destinan millones de euros para poner en marcha campañas que fomenten su consumo, o para abrir nuevos mercados en terceros países.

Wakker Dier asegura que la UE invierte decenas de millones en campañas que tienen el objetivo de revertir la disminución del consumo de carne en general, de refutar las noticias relacionadas con el maltrato de los animales que se utilizan para la alimentación humana, e incluso contrarrestar las advertencias realizadas por organismos como el IARC (Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS) sobre el riesgo de cáncer asociado al consumo de carne. Recordemos que en 2015 la Organización Mundial de la Salud emitió un comunicado considerando que la carne roja fresca era probablemente cancerígena y la carne roja procesada un alimento cancerígeno.

En la investigación se apunta que la Unión Europea destina unos 200 millones de euros anuales a la promoción de los productos agrícolas y ganaderos, y en los últimos tres años ha destinado 60 millones de euros en 21 campañas relacionadas con la producción y comercialización de carne. Mientras que numerosas organizaciones como el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) o la Fundación de Apoyo a la Inversión Rural para Europa (RISE), asociaciones, investigadores, etc., recomiendan reducir el consumo de carne en un 50% por el bien del planeta y la seguridad alimentaria, en Europa se produce una peligrosa intensificación de la ganadería que muestra la incoherencia del sistema de producción alimentaria, la incoherencia de las ayudas o subsidios, la verdadera política que se está llevando a cabo sobre este tema, y lo que quizá es peor, quien mueve realmente los hilos.

En el caso de los Países Bajos, hay en marcha políticas y campañas para desalentar el consumo de carne que son subvencionadas por el Gobierno del país, también se han puesto en marcha campañas para promocionar los alimentos alternativos a la carne entre los consumidores, pero estas iniciativas y acciones se ven contrarrestadas por las campañas puestas en marcha por la UE para promocionar el consumo de carne. Recordemos que antes comentábamos que se ha puesto en marcha una campaña en seis países europeos para promocionar la carne, siendo los Países bajos uno de ellos. No es de extrañar que Wakker Dier denuncie esta situación en la que la política nacional es totalmente opuesta a la política europea.

En el estudio de la organización Wakker Dier se exponen diferentes cuestiones relacionadas con la política agrícola común de la UE, las subvenciones que se destinan a la promoción de la carne, la política que sigue la UE en materia de carne, salud pública, medioambiente, bienestar animal, subvenciones, etc. También se dan a conocer las actuales campañas que promocionan el consumo de carne y cuánto dinero ha destinado la UE, por cierto, España es otro de los países que se benefician de este tipo de ayudas a la industria de la carne. Por cierto, ¿tendrá algo que ver la UE con esta campaña del sector ganadero de la Unión Europea para que no se culpe a la carne de la crisis climática?

Cierto es que Wakker Dier habla en relación a cómo afectan estas campañas a su país, pero en el informe al que podéis acceder a través de este enlace (Pdf) habla de la UE en general, es un documento que no tiene desperdicio y que muestra la necesidad de que en la Unión Europea se produzca un cambio para que las decisiones sean coherentes con los problemas actuales, no con los intereses de la industria.

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Cerdos industriales, la realidad de las macrogranjas

La expansión de la ganadería porcina intensiva en España, una industria dedicada a criar cerdos destinados a la exportación, se ha intensificado en el último lustro. Esta práctica tiene serias consecuencias sociales y medioambientales, y los territorios han visto nacer un movimiento de contestación a las macrogranjas.

4 febrero 2020

En los últimos cinco años se está produciendo una expansión sin precedentes de la industria del cerdo en España. Las empresas cárnicas están presentando proyectos de explotación porcina en decenas de pueblos de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón para alimentar un creciente mercado exterior, donde Francia y China se perfilan como principales clientes de la cabaña española.

Sin embargo, las macrogranjas de cerdo generan una cantidad anual de residuos superior al volumen de 23 estadios de fútbol como el Camp Nou, que son arrojados a tierras de cultivo, contaminando suelos y aguas subterráneas.

Mientras los gobiernos regionales facilitan el aterrizaje de la carne low cost en el medio rural, las ciudadanas y ciudadanos se organizan para frenar a una industria multimillonaria.

Cliclar aquí para ver este interesante reportaje contado en primera persona por las vecinas y vecinos afectados por la desaforada expansión de explotaciones intensivas de porcino y las graves consecuencias que tienen.

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Fuente de información: elsaltodiario.com

La industria porcina crea su propio sello de calidad, que no garantiza el bienestar animal

Un informe veterinario de Igualdad Animal desmonta los criterios que la organización Interporc establece para que los productos porcinos puedan adquirir un sello que certifique bienestar animal en toda la cadena productiva.

8 febrero 2020

La industria cárnica no es transparente. Lo que ocurre en las granjas intensivas y en los mataderos se intuye, pero no se precisa. Tanto es así, que las muestras de maltrato que llegan a los ojos de los consumidores vienen de la mano de investigaciones arriesgadas elaboradas por colectivos animalistas o periodistas que, cámara en mano, se cuelan en granjas y mataderos para retratar la barbarie. Hay también trabajadores como Manuel G. Pereira que, cargados por el hastío de una rutina violenta, se ven obligados a escapar de la culpa con denuncias abiertas en forma de libro.

Para combatir esta creciente concienciación social y limpiar la imagen del sector, las empresas y grupos de presión elaboran sus propias campañas de marketing. Este es el caso de Interporc, la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca que representa a todos los elementos de la cadena de valor de la producción de carne de cerdo.  Con las denuncias de maltrato sonando en medios de comunicación y redes sociales, Interporc creo su propio sello de calidad, con el cual se garantiza, entre otras cosas, que el producto que se ofrece a los consumidores está elaborado en base a los criterios de bienestar animal. Sin embargo, un informe veterinario elaborado por la Fundación Igualdad Animal revela que este estandarte es «insuficiente» y no certifica que se cumpla con los criterios de bienestar animal.

El informe veterinario, al que ha tenido acceso Público, explica que los criterios establecidos por la industria porcina no suponen «un plus de bienestar animal» sino que se limitan a cumplir con los requisitos mínimos marcados por la ley. De hecho, el sello de bienestar de la industria permite que las cerdas utilizadas para la reproducción puedan estar enjauladas hasta 20 semanas –5 meses al año–, lo cual, según Igualdad Animal, va en contra de los «los principios generales de bienestar animal de la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE)».

Asimismo, el reglamento permite, según demanda el informe veterinario, que animales de hasta 110 kilos puedan estar en una superficie de tan sólo 0,65 m2 en los sistemas de producción de «Tipo 1» (el más básico en cuanto a derechos de los animales), lo cual va contra la libertad de movimiento del animal establecida por la OIE.

El análisis veterinario de Igualdad Animal también pone en evidencia los «criterios de aceptación» que permiten que hasta el 20% de los animales puedan tener dificultades respiratorias. «La dificultad respiratoria en granjas de porcino está provocada, en buena medida, por diferentes de tipos de procesos neumónicos. Algunos de estos procesos neumónicos son clasificados por expertos en etología como procesos muy dolorosos en los animales, llegando incluso a compararlos con el dolor provocado por una fractura», explica el informe firmado por el veterinario Alfonso Senovilla Labrador, que califica esta realidad como «otra prueba más de que es un programa ineficaz para asegurar el bienestar de los animales».

El reglamento de Interporc también permite, para lograr conseguir la máxima puntuación del certificado de bienestar, que un 5% de los animales padezcan prolapso rectal o uterino, lo cual, según los veterinarios, provoca un «gran dolor» en los animales. Así, los expertos de la fundación animalista consideran que permitir este porcentaje de cerdos con dolencias «es incompatible con el aseguramiento del bienestar animal«.  

El sistema de castración planteado por Interpoc también es puesto en duda por el informe veterinario. La industria cárnica permite para alcanzar la puntuación de bienestar animal que se esterlice sin anestesia a los cerdos que tengan hasta siete días de vida. A ello, se debe sumar que se permita que «personal no veterinario» lleve a cabo las prácticas de recorte de dientes o corte de rabo.

Por lo que se refiere al transporte de los animales para el proceso de sacrificio, el documento considera que el reglamento «no mejora sustancialmente ni protege a los animales más allá de lo que marca la ley».

«Este sello es una operación de marketing y un lavado de imagen de la industria del cerdo ante la creciente sensibilización social hacia los animales», opina la directora de Igualdad Animal, Silvia Barquero. «El informe veterinario demuestra que este sello no puede garantizar el bienestar de los animales», agrega. 

Este diario ha tratado de ponerse en contacto con la organización Interporc para conocer su visión sobre el análisis veterinario realizado por Igualdad Animal, pero no ha obtenido respuesta al respecto.

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Fuente de información: Público

Francia prohibirá triturar pollitos machos y castrar lechones sin anestesia

Muchos de estos animales son molidos vivos, otros son gaseados, electrocutados o asfixiados en bolsas de plástico.

29 enero 2020

Francia ha anunciado que prohibirá las prácticas controvertidas de trituración de pollos machos vivos y la castración de lechones sin anestesia, una medida bienvenida por activistas del bienestar animal.

Unos 7 mil millones de pollitos machos, no deseados porque no proporcionan carne ni huevos, son sacrificados en todo el mundo a lo largo del año. Muchos son molidos vivos, otros son gaseados, electrocutados o asfixiados en bolsas de plástico.

Francia será uno de los primeros países en prohibir este sacrificio masivo de pollitos utilizando cualquiera de estos métodos, a partir del próximo año. “Desde finales de 2021, nada será como era antes”, dijo el martes el ministro de agricultura Didier Guillaume en París cuando anunció la medida que los activistas llevaban exigiendo desde hace mucho tiempo.

Guillaume ha anunciado su esperanza de que pronto se encuentre un método que permita a los agricultores determinar el género de un embrión de pollo en el huevo antes de que nazca. Los investigadores han estado trabajando en la elaboración de un método viable durante años, pero hasta la fecha, la ciencia requiere que cada huevo sea perforado para tomar muestras, una técnica que no es económicamente viable a escala industrial.

Suiza y Alemania, otros países donde se ha prohibido esta práctica

Suiza prohibió la trituración de pollitos en septiembre del año pasado, aunque era una práctica poco común entre los avicultores suizos.

Alemania, donde se maceran 45 millones de pollitos machos cada año, también lo prohibió, pero un tribunal administrativo superior dictaminó en junio que la matanza podría continuar hasta que se descubriera un método para determinar el sexo de un embrión en el huevo.

Francia y Alemania anunciaron en noviembre pasado que trabajarían juntos para poner fin a la masacre de los pollitos. Una directiva de la UE de 2009 autoriza la trituración siempre que cause la muerte “inmediata” para los pollitos de menos de 72 horas.

También desde el año próximo, anunció Guillaume, Francia requeriría anestesia para los lechones que se castran. La esterilización se realiza para alentar a los animales sacrificados a engordar y evitar el olor potente que emite la carne grasa de los jabalíes no castrados.

Tensiones entre productores y activistas

Francia se enorgullece de sus industrias cárnicas y avícolas, pero en los últimos años ha habido crecientes tensiones entre productores y activistas que piden cambios radicales en los métodos agrícolas.

El grupo de cabildeo animal Compassion in World Farming (CIWF) ha dicho que el objetivo real debería ser detener la castración de los lechones por completo, y ha expresado su decepción porque Guillaume no anunció una prohibición de huevos de gallinas criadas en jaulas.

Por su parte, el grupo francés L214 que se opone a todo el consumo de carne, ha comentado que las medidas eran “no ambiciosas” y “no abordan los problemas básicos”. “No hay nada sobre las condiciones de sacrificio, ni sobre cómo salir de la cría intensiva de animales”, ha anunciado.

Guillaume ha informado que los ministros de agricultura reunidos el lunes en Bruselas decidieron establecer un sistema de etiquetado responsable de la cría de todos los productos animales de origen europeo, a partir del próximo año.

Una encuesta de opinión en enero encontró que las tres cuartas partes de los franceses no creían que el gobierno estuviera haciendo lo suficiente para proteger a los animales.

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Fuente de información: La Vanguardia

Un infiltrado graba imágenes de maltrato en un matadero

El sufrimiento de las vacas antes de morir es incuestionable: reciben estimulación eléctrica sin ser aturdidas, cuando la legislación obliga a que el animal ya esté muerto.

23 enero 2020

De nuevo las imágenes dentro de un matadero hablan por sí solas. Se trata ahora de Carnes Sierra Madrid, SA, en Collado Villalba, y lo que se ve dentro de sus paredes tiene un valor añadido: el vídeo que lanza la asociación Equalia lo ha grabado la primera persona infiltrada en un desolladero. El sufrimiento de las vacas antes de morir es incuestionable: reciben estimulación eléctrica sin ser aturdidas, cuando la legislación obliga a que el animal ya esté muerto. El matadero no ha respondido a las preguntas de este periódico.

Ya pasó en septiembre pasado con otro matadero de la Comunidad de Madrid, el de Cárnicas Salvanés, SL, en Villarejo de Salvanés. Las imágenes de corderos pateados, sin crotal y con condiciones higiénicas cuestionables dieron la vuelta al mundo. Ahora le toca a otro desolladero de la región, en este caso en Collado Villalba. En este caso se trata de ganado vacuno y tiene una peculiaridad importante: las imágenes no se han conseguido gracias a cámaras ocultas, sino que las ha filtrado un trabajador. El resultado del vídeo que lanza hoy la asociación pone los pelos de punta.

Una vaca, boca abajo, lleva unas pinzas de electrodos en el morro y patalea cuando le dan una descarga. Esta práctica, cada vez más rara en los mataderos españoles, se realiza para mejorar la calidad de la carne. La corriente hace que los músculos se contraigan y cuando entran en rigor mortis previene el acortamiento excesivo de las fibras musculares. Esto posibilita la blandura o terneza de la carne, una de las cualidades organolépticas junto al color, olor y sabor.

Según la normativa de control de bienestar animal, “la estimulación eléctrica solo se efectuará cuando se haya comprobado la pérdida de consciencia por parte del animal”. El matadero de Collado Villalba está asociado a la indicación geográfica protegida Carne de la Sierra de Guadarrama, la cual asegura un control de funcionamiento en mataderos “comprobando que el aturdimiento, sacrificio, sangrado y faenado del animal se ajusta a lo exigido por la legislación vigente”.

Después de la imagen de la estimulación eléctrica, llega la más escalofriante del vídeo, aunque lo que se vea no es ilegal, “pero sí reprobable”, según el director de Equalia, Guillermo Moreno. Una vaca se encuentra en un cilindro metálico para que no se mueva, llega el matarife y la degüella. El animal, completamente consciente, sufre minutos de agonía hasta que se desploma. El matadero, al que ha llamado este periódico en varias ocasiones y no ha dado declaraciones, tiene el certificado de rito halal, que consiste en el sacrificio de animales según los ritos prescritos por el Corán: se realiza un corte en la garganta a vacas, cabras, ovejas o aves de corral hasta que se desangran. “En las imágenes se observa el rito halal en su más pura esencia, una práctica legal, pero éticamente reprochable. No obstante, cada vez más autoridades musulmanas están aceptando este rito con aturdimiento reversible, como en el matadero de Getafe, por ejemplo”, asegura Moreno. En ese caso, los animales pueden recuperar la sensibilidad antes de la muerte, por lo que el tiempo entre el aturdimiento y el desangrado es un factor determinante.

Con estas imágenes, Equalia pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de la implementación de cámaras de vigilancia en mataderos como una medida estrictamente necesaria para el correcto cumplimiento de las normativas de bienestar animal y de salud públicas. “Pretendemos poner el foco en prácticas irregulares como la estimulación eléctrica aplicada a vacas aún conscientes, que se podría haber evitado mediante la implementación de cámaras de vigilancia en mataderos, una herramienta que ayudará al veterinario a controlar más eficientemente el buen cumplimiento de las normativas de bienestar animal y seguridad alimentaria”, explica María Villaluenga, portavoz de la asociación.

Este es el segundo escándalo que la ONG destapa en la Comunidad de Madrid en apenas cuatro meses, tras la presentación el pasado septiembre de imágenes dentro del matadero de Villarejo de Salvanés donde entraban corderos sin identificar, en corrales llenos de pulgas sin ningún control de higiene y trabajadores que golpeaban sin escrúpulos a los animales.

Por esto Equalia pide al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez la creación de una ley que permita la instalación obligatoria de cámaras de vigilancia en todos los mataderos españoles.

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Fuente de informació: El País

El auge de las macrogranjas hace a España incapaz de cumplir el límite legal de emisiones tóxicas de amoniaco

En 2018 rebasó por noveno año consecutivo el máximo comprometido en Europa al liberar un 33% más por la gestión del estiércol y el uso de fertilizantes agrícolas

A partir de 2020 entra en vigor un nuevo techo más permisivo marcado por la UE al considerarse que el anterior estaba «infraestimado»  

El Programa de Control de la Contaminación de Transición Ecológica explica que, sin medidas extra en el sector agrícola, se volverá a incumplir el tope en 2022 

16 enero 2020

España es incapaz de cumplir el límite de emisiones tóxicas de amoniaco marcado por la legislación europea. En 2018 volvió a rebasar el tope en un 33%. «Arrastrada por el aumento de la cabaña ganadera y el uso de fertilizantes», encadena nueve cursos fuera del techo que entró en vigor en 2010, según analiza el Inventario Nacional de Contaminantes Atmosféricos del Ministerio de Transición Ecológica.

En 2018 se liberaron al aire 473.700 toneladas de este compuesto corrosivo con  efectos nocivos para la salud y el medio ambiente. Un poco menos (1,9%) que un año antes, pero todavía 121.000 toneladas por encima del tope asignado. La gran mayoría proviene de la degradación de residuos animales. El estiércol del ganado está detrás del 78% ya sea por la gestión de desechos o su aplicación a los suelos. Solo la cabaña porcina emitió 72.000 toneladas de NH3.

El propio inventario apunta al foco del problema: el aumento del número de cabezas de ganado (al que se le suman los fertilizantes «tanto estiércol como orgánicos»). A la cabeza de ese aumento se sitúa un disparado sector porcino.

El boom del cerdo arrancó en 2013. Entonces, el censo se había estabilizado en torno a los 25-26 millones de animales. A partir de 2014, las explotaciones porcinas comenzaron a dar saltos millonarios. En 2014 la cabaña sumó un millón de animales. En 2015 fue 1,8 millones y España se colocó como tercera potencia mundial.

En 2018 volvió a aumentar el número de cerdos: 30,8 millones de animales (+2,78%). En los últimos cinco años se han alcanzado «cifras récord cada año», resume el Ministerio de Agricultura que contabilizó ese curso «52,4 millones de animales sacrificados y unos 4,52 millones de toneladas de carne producida». 

El aumento de producción ha satisfecho una mayor demanda de carne de cerdo en España pero, sobre todo, ha sustentado el ascenso de las exportaciones a otros países. Entre 2008 y 2018 se ha doblado la cantidad de carne vendida fuera: de uno a dos millones de toneladas. Mucha más carne. Muchos más animales, más amoniaco. Este sector acelerado tiene pendiente una nueva regulación legal ya preparada en el Ministerio de Agricultura desde noviembre de 2018, pero que no ha terminado por aprobarse y entrar en vigor.

Nuevo cálculo de los techos 

A este límite de emisiones que ha incumplido España desde 2010 solo le quedan dos años de existencia. La Unión Europea revisó los techos nacionales de contaminantes en 2016 de manera que, a partir de 2020, entra en funcionamiento una nuevo cálculo. El Gobierno del PP –con Isabel García Tejerina en Agricultura y Medio Ambiente– se alineó con los ejecutivos que presionaron para que las rebajas fueran más moderadas.

La nueva normativa se ha traducido en España en un decreto aprobado en julio de 2018. La norma establece que las emisiones de amoniaco desde 2020 sean un 3% inferiores a las de 2005 como año de referencia. Eso deja el nivel máximo en 467.000 toneladas. Desde esa cota se espera una bajada lineal.

Se trata de un techo objetivamente más permisivo respecto a los 353.000 que operan entre 2010-2020. El Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica explica que se había «infravalorado» el anterior valor. Con todo, las emisiones registradas en 2018 todavía superan ese objetivo. Para 2030 la reducción se eleva al 16%: el tope se quedará en 404.000 toneladas.  

El Programa repite otra vez dónde está el origen de la contaminación: «El estiércol acumulado tanto en el alojamiento como en los almacenamientos externos constituyen una de las principales fuentes de emisión en las granjas intensivas». El documento elaborado por Transición Ecológica fue aprobado en septiembre pasado por el Consejo de Ministros. 

Ahí se afirma que si no se toman medidas extra, se «prevé un incumplimiento de los límites de emisión a partir de 2022», es decir, superar el nuevo techo para el NH3 a pesar de que sea más alto. El programa incluye unas líneas maestras de actuación que afectan a «la gestión de estiércoles».

Sin embargo, la regulación específica que ordenar «las normas básicas de las granjas porcinas intensivas», todavía aguarda su aprobación. Este proyecto de decreto, presentado en noviembre de 2018, explica que «incorpora medidas para cumplir los compromisos nacionales de reducción de emisiones de amoniaco». El texto, aún en borrador, debe regular las condiciones sanitarias, de ubicación, higiénicas, de infraestructuras, de bioseguridad y los requisitos ambientales de estas infraestructuras. Todo un paquete de medidas, todavía a la espera.  

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Fuente de información: ElDiario.es

Las granjas de conejos españolas ‘bajo la lupa de Europa’

En España, que es el principal productor de carne de conejo de Europa, el 20% de los conejos mueren en las granjas por las duras condiciones a las que son sometidos.

15 enero 2020

Una realidad que acaba de denunciar la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). En su último informe, elaborado tras realizar una extensa a expertos, ha identificado problemas serios de bienestar en las granjas españolas.

Identifica como el principal problema que sufren estos animales es la restricción de movimientos a causa del pequeño tamaño de la jaulas. Por ello, reclama que estas sean ampliadas y mejoradas.   El informe detecta además que las crías sin destetar, los gazapos, sufren un alto estrés térmico. En muchos casos carecen de lecho y nacen sobre el alambre desnudo de las jaulas muriendo de frío en algunos casos. Denuncia además deficiencias durante el sacrificio ya que en muchos casos fallan las técnicas de aturdimiento. Proponen medidas correctivas para evitar que los conejos lleguen conscientes a la línea de matanza.

No existe legislación que proteja a los conejos

El informe de la Autoridad Alimentaria Europea destaca además que aunque existen normas que estipulan estándares mínimos para la protección de los animales de granja, incluidos los conejos, no existe una legislación específica que proteja el bienestar de los conejos de granja en la UE.

12 millones de conejos mueren al año en las granjas españolas 

El 20% de los conejos en España mueren antes de llegar al matadero por las duras condiciones de vida que soportan. De los 60,7 millones nacidos al año tan solo 48 millones llegan con vida al matadero.

En España, el 99% viven en jaulas en las que no puede ni siquiera estar erguidos. Las jaulas convencionales miden 45 x 65 cm. La altura media de un conejo es de 75 cm, por lo que no pueden tumbarse completamente ni mucho menos saltar. En estas condiciones son incapaces de desarrollar sus comportamientos naturales.

Las investigaciones de Igualdad Animal en las granjas españolas ponen al descubierto el enorme sufrimiento que padecen estos animales. La minúsculas jaulas de alambre desnudo les causan lesiones y estrés.

La situación en Europa; hay alternativas

En Europa se crían al año en torno a los 120 millones de conejos y pese a que no existe ninguna legislación común que los proteja algunos países han hecho progresos: En 2016 Bélgica inició la retirada de jaulas, en consecuencia, en 2025, no habrá conejos criados para carne enjaulados en ese país. Austria, Suecia, Reino Unido, Alemania y Países Bajos cuentan con legislación nacional que protege parcialmente su bienestar.

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Fuente de información: Ecoticias.com

El tamaño importa: son industrias, no granjas

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón acaba de tumbar una explotación porcina en zona protegida, evitando que una mal llamada granja se instalarse en pleno Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara

El Tribunal entiende que “lo que se pretende autorizar ahora no es propiamente una actividad agro-ganadera, sino una industria, una explotación en sí misma”

8 enero 2020

A quien haya tenido contacto con ese sencillo manual de sentido común de 1973 que es “Lo pequeño es hermoso” de E. F. Schumacher, le sonarán las razones con las que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón acaba de tumbar, en una sentencia de nueve páginas de recomendada lectura para quien se preocupe por la supervivencia del medio rural y la protección de su medio ambiente, una explotación porcina en zona protegida. Sentencia que evita que una mal llamada granja se instalarse en pleno Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, no porque fuese lógico que en un espacio protegido pintan poco seis naves con 1.140 cerdas reproductoras más lechones, 1.200 cerdas de recría y 330 plazas de reposición con la consiguiente balsa de 10.000 metros cúbicos de purín (que no estiércol ni abono), ya que de hecho fue un juzgado de Huesca en primera instancia quien sostuvo que al no estar prohibido explícitamente debía permitirse (sic).

El Tribunal Superior entiende que “Lo que se pretende autorizar ahora no es propiamente una actividad agro-ganadera, sino una industria, una explotación en sí misma”. Lo extirpa además de lo que sí hubiera estado permitido, al considerarse la ubicación dentro del parque pero tratándose de una zona más antropizada, como “industrias y actividades artesanales […] de carácter tradicional”. Ni actividad agro-ganadera ni carácter tradicional. Y estas dos consideraciones son fundamentales, no solo porque reconocen la capacidad de lo cuantitativo para definir lo cualitativo, algo que va más allá de aquello de que en la dosis está el veneno, ya que da a entender que cuando pasamos de escala podemos dejar de hacer más de lo mismo para pasar a hacer otra cosa distinta. En este caso, dejar de ser ganadería y convertirse en industria, una industria que paradójicamente está terminando con la ganadería, la de verdad, y con el ganadero, aquel que lleva a cabo una actividad acorde al medio, para dejar a su paso endeudados al modelo de negocio que controlan las financieras de la propia industria. Por otra parte, y como consecuencia, termina también con la idea que ha sido bandera tanto de la publicidad como de las organizaciones afines sobre presentarse como la mejora de un sector tradicional al que ya nada se parece.

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Fuente de información: Eldiario.es