12 abril 2018
Las enormes oportunidades de negocio en la exportación de cordero y ternera a países musulmanes está haciendo que cada vez más mataderos sacrifiquen al ganado usando este ritual religioso. Esta práctica produce la muerte de los animales sin aturdimiento previo, tal y como debería realizarse según la normativa genérica europea.
La legislación europea que regula el sacrificio de ganado para consumo humano exige que los animales sean aturdidos antes de que se les provoque la muerte en un matadero, es decir, deben estar completamente inconscientes en el momento de su ejecución para evitarles el mayor sufrimiento posible. Sin embargo, la directiva —una de las primeras sobre bienestar animal en el seno comunitario— permite algunas excepciones en nombre de la tradición religiosa que, en países como España, suponen un lucrativo negocio.
«Sin aturdimiento, los animales son perfectamente conscientes y padecen un sufrimiento brutal. De otra forma, la pérdida de consciencia es total y absoluta. No se enteran de nada”, afirma José Enrique Zaldívar, presidente de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (AVATMA), que hace varias semanas denunció estos casos ante un grupo de 19 eurodiputados del Intergrupo por el Bienestar Animal del Parlamento Europeo.
Algunos Estados miembros, como Suecia, Noruega, Austria, Estonia, Suiza, Lituania, Islandia y Dinamarca han comenzado a prohibir esta práctica en sus territorios, pese a que la UE los autoriza. En España, en cambio, es una tendencia en auge.
Fuente de información: Público