El sufrimiento de las vacas antes de morir es incuestionable: reciben estimulación eléctrica sin ser aturdidas, cuando la legislación obliga a que el animal ya esté muerto.
23 enero 2020
De nuevo las imágenes dentro de un matadero hablan por sí solas. Se trata ahora de Carnes Sierra Madrid, SA, en Collado Villalba, y lo que se ve dentro de sus paredes tiene un valor añadido: el vídeo que lanza la asociación Equalia lo ha grabado la primera persona infiltrada en un desolladero. El sufrimiento de las vacas antes de morir es incuestionable: reciben estimulación eléctrica sin ser aturdidas, cuando la legislación obliga a que el animal ya esté muerto. El matadero no ha respondido a las preguntas de este periódico.
Ya pasó en septiembre pasado con otro matadero de la Comunidad de Madrid, el de Cárnicas Salvanés, SL, en Villarejo de Salvanés. Las imágenes de corderos pateados, sin crotal y con condiciones higiénicas cuestionables dieron la vuelta al mundo. Ahora le toca a otro desolladero de la región, en este caso en Collado Villalba. En este caso se trata de ganado vacuno y tiene una peculiaridad importante: las imágenes no se han conseguido gracias a cámaras ocultas, sino que las ha filtrado un trabajador. El resultado del vídeo que lanza hoy la asociación pone los pelos de punta.
Una vaca, boca abajo, lleva unas pinzas de electrodos en el morro y patalea cuando le dan una descarga. Esta práctica, cada vez más rara en los mataderos españoles, se realiza para mejorar la calidad de la carne. La corriente hace que los músculos se contraigan y cuando entran en rigor mortis previene el acortamiento excesivo de las fibras musculares. Esto posibilita la blandura o terneza de la carne, una de las cualidades organolépticas junto al color, olor y sabor.
Según la normativa de control de bienestar animal, “la estimulación eléctrica solo se efectuará cuando se haya comprobado la pérdida de consciencia por parte del animal”. El matadero de Collado Villalba está asociado a la indicación geográfica protegida Carne de la Sierra de Guadarrama, la cual asegura un control de funcionamiento en mataderos “comprobando que el aturdimiento, sacrificio, sangrado y faenado del animal se ajusta a lo exigido por la legislación vigente”.
Después de la imagen de la estimulación eléctrica, llega la más escalofriante del vídeo, aunque lo que se vea no es ilegal, “pero sí reprobable”, según el director de Equalia, Guillermo Moreno. Una vaca se encuentra en un cilindro metálico para que no se mueva, llega el matarife y la degüella. El animal, completamente consciente, sufre minutos de agonía hasta que se desploma. El matadero, al que ha llamado este periódico en varias ocasiones y no ha dado declaraciones, tiene el certificado de rito halal, que consiste en el sacrificio de animales según los ritos prescritos por el Corán: se realiza un corte en la garganta a vacas, cabras, ovejas o aves de corral hasta que se desangran. “En las imágenes se observa el rito halal en su más pura esencia, una práctica legal, pero éticamente reprochable. No obstante, cada vez más autoridades musulmanas están aceptando este rito con aturdimiento reversible, como en el matadero de Getafe, por ejemplo”, asegura Moreno. En ese caso, los animales pueden recuperar la sensibilidad antes de la muerte, por lo que el tiempo entre el aturdimiento y el desangrado es un factor determinante.
Con estas imágenes, Equalia pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de la implementación de cámaras de vigilancia en mataderos como una medida estrictamente necesaria para el correcto cumplimiento de las normativas de bienestar animal y de salud públicas. “Pretendemos poner el foco en prácticas irregulares como la estimulación eléctrica aplicada a vacas aún conscientes, que se podría haber evitado mediante la implementación de cámaras de vigilancia en mataderos, una herramienta que ayudará al veterinario a controlar más eficientemente el buen cumplimiento de las normativas de bienestar animal y seguridad alimentaria”, explica María Villaluenga, portavoz de la asociación.
Este es el segundo escándalo que la ONG destapa en la Comunidad de Madrid en apenas cuatro meses, tras la presentación el pasado septiembre de imágenes dentro del matadero de Villarejo de Salvanés donde entraban corderos sin identificar, en corrales llenos de pulgas sin ningún control de higiene y trabajadores que golpeaban sin escrúpulos a los animales.
Por esto Equalia pide al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez la creación de una ley que permita la instalación obligatoria de cámaras de vigilancia en todos los mataderos españoles.
Fuente de informació: El País