30 agosto 2023
El pasado 24 de agosto entró en vigor el Real Decreto, del Ministerio de Consumo, por el que se establece la implantación obligatoria de sistemas de videovigilancia en todos los mataderos españoles, incluidos los móviles, a fin de garantizar el cumplimiento de la legislación en materia de bienestar animal. Este Real Decreto, que fue publicado justo hace un año en el Boletín Oficial del Estado (BOE), concedía un año para dar tiempo a adaptarse a la normativa, a los grandes mataderos y dos a los pequeños.
A partir de ahora las cámaras de videovigilancia gravarán las zonas de los mataderos en las que se ubican a los animales. Es decir, las zonas de descarga, los pasillos de conducción y las zonas donde se proceda al aturdimiento y sangrado hasta la muerte de los animales. En el caso de aves y porcinos, la instalación de las cámaras deberá incluir, también, la grabación del escaldado para poder comprobar que no se puedan someten a esta operación animales que aun presenten signos de vida.
En general, el Real Decreto obliga a los responsables de los mataderos a guardar las imágenes relativas a: la descarga, el alojamiento en las estabulaciones, la conducción a la zona de aturdimiento, la sujeción, el aturdimiento y el sangrado hasta su muerte.
Así, el control podrá producirse a posteriori en cada Comunidad Autónoma. También se deberá asegurar que la reproducción, la copia o la transmisión de estas filmaciones a otros dispositivos, mantengan la misma calidad que el master de la grabación. Las únicas zonas en que los sistemas de videovigilancia no serán obligatorios, serán las zonas de espera en la que los animales se encuentran dentro de los vehículos para su descarga. No obstante, los mataderos sí que deberán contabilizar este tiempo de espera.
Ong ADDA ante la opacidad de lo que ocurre en el interior de los mataderos, en el año 2013, inició una petición dirigida al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y también a los responsables en la materia de todas las Comunidades Autonómicas solicitando la obligatoriedad de poder instalar de cámaras de videovigilancia en todos los mataderos españoles como medida preventiva para evitar irregularidades malas prácticas y garantizar los aturdimientos legalmente exigidos. Esta petición se hizo pública con la edición de un LIBRO BLANCO de 137 páginas, y una campaña de recogida de firmas, a mano y online, que fue ampliamente difundida a través de las redes sociales. La reivindicación persistentemente reiterada y denunciada que ha durado nueve años, ya es una realidad. Tampoco se puede olvidar el interés mostrado por el Ministro de Consumo, Alberto Garzón, que ha situado a España a la vanguardia de Europa en esta materia.