Las dos comunidades desaconsejan el baño en las playas de la ría de Ribadeo aunque garantizan la salubridad del agua del grifo
27 agosto 2019
Un vertido de 350.000 litros de purines (restos de los excrementos de animales) procedentes de una ganadería asturiana ubicada en la parroquia de Guiar, en el municipio de Vegadeo, invadieron entre la noche del sábado y el domingo el arroyo Ouria, un afluente del Eo, en cuya desembocadura se encuentra la zona de producción de bivalvos de la ría y en donde han aparecido crías de truchas muertas.
Mientras se analizan las muestras tomadas por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) y el Seprona en colaboración con el Principado de Asturias y la Xunta de Galicia para realizar unos análisis, el Gobierno asturiano recomienda no bañarse en el Eo y en la ría. Los análisis no estarán listos hasta finales de esta semana o principios de la siguiente. También ha cerrado al marisqueo la parte afectada en Asturias, una desembocadura en la que se encuentra la zona de producción de moluscos de la ría.
Una medida similar ha sido adoptada en el norte de la provincia de Lugo en donde Ayuntamientos limítrofes con Asturias como los de Ribadeo y Trabada recomiendan igualmente a vecinos y visitantes que eviten los baños. La Confederación Hidrográfica ha ordenado la instalación de barreras para evitar la contaminación en los dos kilómetros del río Eo anteriores a su desembocadura y la Dirección General de Pesca Marítima decretó el cierre para todas las especies explotables en la zona.
La alcaldesa del municipio lucense de Trabada, Mayra García, ha garantizado este martes el suministro de agua en el municipio pese a que la contaminación por el vertido alcanzó a diferentes zonas de baño del ayuntamiento, informa Europa Press. «Afortunadamente no está contaminado el abastecimiento; el municipio se abastece de la captación de Ribadeo que está aguas arriba de donde se produjo el vertido», ha explicado la regidora.
El origen del vertido ha sido la rotura de una tubería de la granja asturiana. Fue el propio dueño quien avisó a los servicios de emergencia tras cerrar el depósito para evitar que se siguieran escapando residuos por la fractura que se había producido horas antes. Según declaraciones realizadas a Efe por el comisario de aguas de la CHC, Jesús María Garitaonandia, la balsa está situada a unos 250 metros del cauce del arroyo Ouría lo que hizo que una parte del vertido que salió del depósito -unos 380 metros cúbicos- se filtrara al terreno existente entre la explotación ganadera y el cauce fluvial. El consejero ha señalado, además, que pese a la alarma que generan este tipo de vertidos, “tienen una afección bastante limitada y sería una cuestión de tiempo ya que son residuos que se degradan con rapidez”.
La Xunta de Galicia es optimista respecto a las consecuencias del vertido en la zona de marisqueo de la vertiente gallega. Así lo ha apuntado la conselleira del Mar, Rosa Quintana, precisando que se produjo río arriba. Quintana ha destacado que en estos momentos está prohibida la extracción de bivalvos en la desembocadura del río Eo “pero no por contaminación, sino porque no se ajustaba al plan de explotación».
«Si se detectara alguna situación de riesgo, por supuesto, prohibiríamos la extracción de bivalvos por contaminación», ha asegurado. La conselleira sostiene que el subdirector del Servizo de Gardacostas de Galicia realizó un vuelo sobre la zona afectada para evaluar desde el aire una posible afectación y concluye que tras ello «la sensación que tenemos por ahora es de que no va a afectar».
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Fuente de información: El País