España ya mata más de un millón de cerdos cada semana

La extensión de la epidemia de peste porcina por la UE sitúa al país como el primer productor europeo con un sector industrializado y volcado en fabricar canales para la exportación cuya huella ecológica y social comienza a activar las alarmas.

29 marzo 2021

Parece que navegamos en un barco sin nadie al timón. Se permite el crecimiento de la ganadería porcina al mismo tiempo que cada vez se declaran más zonas vulnerables a nitratos y mientras la UE tiene abierto un procedimiento de sanción contra España por vulnerar la directiva de nitratos, aunque no parece que los gobiernos tengan mucha intención de frenar este modelo», denuncia Luis Ferreirim, responsable de temas agrarios en Greenpeace.

Lo cierto es que el sector porcino español, que el año pasado superó los 56 millones de animales sacrificados y consolidó su ritmo de producción por encima del millón semanal que había alcanzado por vez primera en 2019, está creciendo a un ritmo de tal magnitud como para que se estén activando una cascada de alarmas por sus efectos no solo en el plano ambiental, que incluyen que más del 90% de las masas de agua de la cuenca del Ebro estén «influidas en mayor o menor grado por la presión originada por cargas ganaderas» y que esa afección sea intensa en 36 acuíferos y 32 ríos y lagos, sino también en el ámbito económico y en el social.

Está creciendo de una manera desproporcionada y desmesurada», señala Inma Lozano, portavoz de la coordinadora Stop Ganadería Industrial, que pone sobre la mesa situaciones como la de Palencia, donde «en un radio de 18 kilómetros hay en proyecto dos granjas de madres de 3.600 plazas cada una y otra de 2.640, dos más de recría de 16.000 y diez de cebo de 7.200″, o la de Albacete, con «seis macrogranjas de 10.500 madres en una finca de mil hectáreas.

Hay un movimiento vecinal muy potente que quiere parar esto y que está formado por agricultores y ganaderos que vamos a sufrirlo con una pérdida de calidad de vida y de producción en nuestros pueblos», explica. «La ganadería industrial no solo no fija población, sino que hace que se pierda la que hay –añade–. No es la salvación de la España vacía sino la puntilla.

Cuando más de un millón de cerdos van al matadero cada semana

El ritmo de crecimiento del sector porcino, el principal con ventaja de la ganadería española con casi dos tercios de la carne que sale de los mataderos, supera el 40% en la última década, en la que el número de cabezas sacrificadas pasó de 40,8 a 56,4 millones, con el grueso de ese aumento concentrado a partir de 2014, según los datos de la Encuesta de Sacrificio de Ganado del Ministerio de Agricultura. 

Un nocivo cóctel de nitratos, metales pesados, amoniaco y antibióticos

Esa intensa actividad productiva, que genera una facturación de más de 5.600 millones de euros anuales solo en el mercado exterior y una aportación a la renta agraria de 4.776 que se acerca a la de sectores como la fruta y la hortaliza, tiene, sin embargo, efectos secundarios en otros ámbitos como el ambiental, tanto en la contaminación de aguas como en la emisión de gases de efecto invernadero.

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Fuente de información: Público