18 julio 2021
Los problemas del consumo excesivo de carne para la salud y el medio ambiente están claramente identificados por la comunidad científica. La semana pasada, el ministro español de Consumo, Alberto Garzón, lanzó una campaña explicando estos problemas y pidiendo una reducción, no una eliminación, del consumo de carne.
El Ministro se encontró con una fuerte resistencia y declaraciones polémicas (por ejemplo, #chuletonalpunto) en la esfera política y mediática. Esta controversia esconde el hecho importante de que la mayoría de personas ya está a favor de la idea básica expresada por la campaña.
Mayorías en España (y otros países)
Consideramos una gran encuesta de 2020 que examina las actitudes y comportamientos ambientales entre 30.000 ciudadanos de la UE-27, China, el Reino Unido y Estados Unidos. Las muestras de cada país fueron representativas de la población general en función de cuotas como edad, sexo o ubicación.
Cuando se preguntó a residentes en España si estaban reduciendo su ingesta de carne para combatir el cambio climático, el 61% respondió “sí” (ver gráfico 1). Esta cifra se situó ligeramente por debajo de la media de la UE-27 del 66%.
Además, cuando se pregunta a las personas si están reduciendo la ingesta de carne, o “tienen la intención de hacerlo”, el número de respuestas afirmativas sube al 76% en España. Esta es una prueba de la disposición generalmente alta a cambiar los hábitos alimenticios.
Fuente de información: The Conversation
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