14 marzo 2018
El matadero de Incarlopsa, que ha aumentado su capacidad para cubrir la demanda de su principal cliente, Mercadona, incumplió la normativa de bienestar animal al no sedar completamente a los cerdos antes de ser sacrificados.
La normativa de bienestar animal, recogida en el reglamento 1099/2099 de la Unión Europea, obliga a los mataderos a sacrificar a los cerdos una vez que estén inconscientes. Para ello, es necesario que estén expuestos unos tres minutos en un pozo de CO2 para que queden completamente sedados. Pero las prisas por mantener el ritmo de producción hacían que en ocasiones los animales no tuviesen la exposición suficiente. Por tanto, asistían con consciencia al proceso del degüello y desangrado.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha ha acreditado que la empresa Incarlopsa, fabricante de carne de cerdo y conocido en los medios como “el carnicero de Mercadona”, incurrió en maltrato animal en su matadero de Tarancón (Cuenca) hasta el año pasado.
Fuente de información: Economía Digital