Muchos de estos animales son molidos vivos, otros son gaseados, electrocutados o asfixiados en bolsas de plástico.
29 enero 2020
Francia ha anunciado que prohibirá las prácticas controvertidas de trituración de pollos machos vivos y la castración de lechones sin anestesia, una medida bienvenida por activistas del bienestar animal.
Unos 7 mil millones de pollitos machos, no deseados porque no proporcionan carne ni huevos, son sacrificados en todo el mundo a lo largo del año. Muchos son molidos vivos, otros son gaseados, electrocutados o asfixiados en bolsas de plástico.
Francia será uno de los primeros países en prohibir este sacrificio masivo de pollitos utilizando cualquiera de estos métodos, a partir del próximo año. “Desde finales de 2021, nada será como era antes”, dijo el martes el ministro de agricultura Didier Guillaume en París cuando anunció la medida que los activistas llevaban exigiendo desde hace mucho tiempo.
Guillaume ha anunciado su esperanza de que pronto se encuentre un método que permita a los agricultores determinar el género de un embrión de pollo en el huevo antes de que nazca. Los investigadores han estado trabajando en la elaboración de un método viable durante años, pero hasta la fecha, la ciencia requiere que cada huevo sea perforado para tomar muestras, una técnica que no es económicamente viable a escala industrial.
Suiza y Alemania, otros países donde se ha prohibido esta práctica
Suiza prohibió la trituración de pollitos en septiembre del año pasado, aunque era una práctica poco común entre los avicultores suizos.
Alemania, donde se maceran 45 millones de pollitos machos cada año, también lo prohibió, pero un tribunal administrativo superior dictaminó en junio que la matanza podría continuar hasta que se descubriera un método para determinar el sexo de un embrión en el huevo.
Francia y Alemania anunciaron en noviembre pasado que trabajarían juntos para poner fin a la masacre de los pollitos. Una directiva de la UE de 2009 autoriza la trituración siempre que cause la muerte “inmediata” para los pollitos de menos de 72 horas.
También desde el año próximo, anunció Guillaume, Francia requeriría anestesia para los lechones que se castran. La esterilización se realiza para alentar a los animales sacrificados a engordar y evitar el olor potente que emite la carne grasa de los jabalíes no castrados.
Tensiones entre productores y activistas
Francia se enorgullece de sus industrias cárnicas y avícolas, pero en los últimos años ha habido crecientes tensiones entre productores y activistas que piden cambios radicales en los métodos agrícolas.
El grupo de cabildeo animal Compassion in World Farming (CIWF) ha dicho que el objetivo real debería ser detener la castración de los lechones por completo, y ha expresado su decepción porque Guillaume no anunció una prohibición de huevos de gallinas criadas en jaulas.
Por su parte, el grupo francés L214 que se opone a todo el consumo de carne, ha comentado que las medidas eran “no ambiciosas” y “no abordan los problemas básicos”. “No hay nada sobre las condiciones de sacrificio, ni sobre cómo salir de la cría intensiva de animales”, ha anunciado.
Guillaume ha informado que los ministros de agricultura reunidos el lunes en Bruselas decidieron establecer un sistema de etiquetado responsable de la cría de todos los productos animales de origen europeo, a partir del próximo año.
Una encuesta de opinión en enero encontró que las tres cuartas partes de los franceses no creían que el gobierno estuviera haciendo lo suficiente para proteger a los animales.
Fuente de información: La Vanguardia