La alimentación genera más impacto ambiental que el coche, la ropa o el móvil

Un trabajo coordinado por el centro de investigación de la Comisión Europea e impulsado por el ministro Garzón concluye que la carne de cerdo, la de vaca y la de pollo son, por este orden, los alimentos que producen más daños en el entorno.

21 mayo 2022

¿Qué tiene un mayor impacto de aquello que consumimos los españoles? Por lo general, se piensa que lo peor para el medio ambiente tiene que ver con tubos de escape de los coches, industrias con chimeneas humeantes o complejos aparatos electrónicos. Sin embargo, según una evaluación de los patrones de consumo en España presentada este viernes por el ministerio de Alberto Garzón, son los alimentos los que están detrás de los mayores impactos ambientales en el país.

El trabajo ha sido coordinado por el Joint Research Centre (JRC), el centro de investigación de la Comisión Europea, a petición del Ministerio de Consumo, y evalúa lo que denomina la “huella de consumo de España” siguiendo la metodología desarrollada por la propia institución europea. Los cálculos se realizan, con datos actualizados hasta 2018, tomando como referencia 164 productos, que son analizados en todo su ciclo de vida teniendo en cuenta no solo las emisiones causantes del cambio climático o la contaminación atmosférica, sino una combinación de 15 indicadores ambientales, entre los que están también el uso del agua, el agotamiento de la capa de ozono o la toxicidad humana con efectos cancerígenos.

Una de las conclusiones, es que la alimentación supone el 52,1% de la huella de consumo de España; seguida de la movilidad (el transporte), que representa el 17,1%; la vivienda (su construcción y los consumos asociados), con el 16,2%; los bienes del hogar (ropa, calzado, mobiliario), con el 9,6%; y los electrodomésticos (que incluye diferentes aparatos electrónicos, como el móvil), con el 5,1%.

Resulta imposible no asociar los resultados de esta evaluación con pasadas polémicas surgidas en torno a declaraciones del ministro Garzón por señalar el impacto ambiental de la carne o las macrogranjas. Pues, dentro de la alimentación, el trabajo identifica los productos de origen animal (carnes y lácteos) como los que tienen unos mayores impactos, relacionados sobre todo con las emisiones y la transformación del suelo en campos de cultivo (una importante causa de deforestación y pérdida de biodiversidad) en la producción de piensos utilizados en la ganadería. Específicamente, entre los alimentos, los que salen peor parados con diferencia son, por este orden, la carne de cerdo, la de vaca y la de pollo.

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Fuente de información: El País