La «Máquianimal»

Julio 2020

M. C. – Defender a los animales supone, casi siempre, perturbar a algún colectivo que, además, suele ser poderoso, ampliamente expandido y con gran incidencia en lo social, como es el sector cárnico. Se observa que, si bien la tecnología avanza con la automatización, la robótica, los láseres, etc., también y con prontitud encuentra lugar en lo que llamamos máquianimal, porque ya es más máquina que ser sensible merecedor de un mínimo respeto.

Para su «producción», tecnología en mano, hay que crear y perfilar este sofisticado «ente», que es un ser viviente, al que está tan incardinado dentro de la mecánica avanzada, para producir un producto comestible que, siendo carne, cada vez se desconecta más de ella, llegando al consumidor bajo las más variadas y vistosas ofertas.

¿Cómo pueden llamar la atención los defensores de los animales —animalistas— a quien corresponda de que ha llegado el momento de hacer una parada, dar un toque de atención y una toma de conciencia? Tendría que ser Europa donde debería resurgir esta llamada a la reconversión. Darse cuenta de que este no es el camino y que es perentorio y necesario establecer unas «líneas rojas» que reconozcan que los animales, seres sensibles, merecen un respeto y tienen sus derechos. Esta premisa que ahora, aquí, se presenta ¡claro que se logrará!, pero ¿a cuántos años vista? ¿Se tolerará que el mercantilismo engulla definitivamente todo el futuro buen trato y la defensa de los animales?

La alimentación de la especie humana, algo vital para la supervivencia y el futuro, precisa de variedad de alimentos que sean asequibles. Actualmente, y con creces, el recurso más importante resulta ser la carne. Un planeta que, con el continuado incremento de la población —está alrededor de los 7000 millones de habitantes—, ha encontrado en su consumo una de sus principales soluciones. Se sabe, cada vez más, que es necesario reducir el consumo de carne, pero para esto la máquianimal debe dejar de existir, pues su ingesta no beneficia a la salud humana. En especial, la carne «barata», la más extendida y asequible, resultado de una serie de manipulaciones con las que se obtiene y que, por conocidas, no vamos a reproducir.

MÁS DIFÍCIL TODAVÍA

La progresión técnica, cada día más imparable, está llegando a límites extremos. En Francia —e incipiente ya en España—, existe la granja rotatoria de las mil vacas con la automatización de la materia prima, que es la máquianimal; todas, por el momento, en tierra firme. Pero Holanda ya tiene la granja flotante, Premium, para vacas en pleno puerto de Róterdam, entre megabarcos, contenedores, cemento y grúas; esta «granja» ha llegado a la sublimación de la técnica y la economía circular. Ha encontrado el círculo perfecto: desde la venta de la leche envasada y convenientemente pasteurizada, como la evacuación de los orines, también tratados, para su vertido en el puerto, como las heces que empaquetadas se venden como abono. Todo en un ordenado y pulcro ambiente marítimo.

Se dice «flotante», pero está bien sujeta al fondo del agua con rígidos pilares, y la flotabilidad la constituyen tres enormes cajas de hormigón armado en su línea de «flotación».

Holanda, un bello país representado por un molino y una vaca, da por desaparecida a la vaca. ¡Las vacas son para los puertos y lo más cerca posible, en la vía de la proximidad, para la venta de su leche! Esta «suite vaquil» es defendida por sus promotores como conveniente, bajo el argumento de dejar libres otros espacios de tierra necesarios para el desarrollo del medio ambiente.

Nos resulta difícil imaginar la utilización de seres sensibles como son los animales,  integrados en un mundo tan antinatural y ligado exclusivamente a la motivación crematística.

Ong ADDA

Granja flotante de vacas en el puerto de Róterdam. Holanda

Golpes, patadas y otros maltratos: así matan a las cabras en esta granja inglesa

27 julio 2020

La cadena de supermercados Tesco suspende la venta de productos procedentes de la compañía denunciada tras la difusión de un vídeo de denuncia.

Un nuevo caso de maltrato a animales pone en cuestión las condiciones en las que vive el ganado en algunas granjas y explotaciones en las que sus propietarios o empleados olvidan los principios básicos de respeto a los seres vivos.

La nueva denuncia llega a través de unas imágenes en las que se muestra el penoso trato que reciben las cabras en la granja St Helen’s , al este del condado de Yorkshire, en Inglaterra.

El reportaje original en la que se basa esta denuncia, publicado inicialmente en exclusiva por el periódico Independent, con información de la organización animalista Surge, incluye un vídeo en el que se aprecia como las cabras son golpeadas con palos y se les da patatas en la espalda. A algunas también se les agarra de la cola y del cuello mientras lloran y balen de dolor.

Las imágenes, captadas con cámaras ocultas, muestran también como las cabras heridas no son atendidas por el personal de la granja. Además, Surge denuncia que los animales muertos se dejaban al lado de los ejemplares todavía vivos, lo que podría suponer un grave problema de higiene y salubridad.

Veto del supermercado Tesco

Los productos de la granja St Helen’s incluyen leche de cabra, yogur, mantequilla y queso, y pueden encontrarse habitualmente en los supermercados de Sainsbury’s, Tesco, Waitrose, Morrisons, Coops, Booths y Marks & Spencers, además del minorista online Ocado, según la propia página web de la granja. No obstante, la cadena de supermercados Tesco ha anunciado que retirará de sus estanterías los productos procedentes de esta marca como consecuencia de la publicación del vídeo.

El vídeo, de aproximadamente una hora de duración, fue analizado por expertos jurídicos de Advocates for Animals, el bufete de abogados más importante del Reino Unido en materia de protección animal. Según los expertos, la granja de St Helen’s podría incurrir en diferentes infracciones de la Ley de Bienestar de los Animales (Animal Welfare Act), aprobada en 2006, y que establece que los animales, incluidos los de granja, deben ser protegidos del dolor, las lesiones, el sufrimiento y las enfermedades.

Alternativas de origen vegetal

Los promotores de esta denuncia proponen el veganismo como una forma de vida que trata de excluir, en la medida de lo posible, todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales. Principalmente la industria alimentaria, pero también en el mundo de la moda o en la industria de la cosmética, los animales son utilizados, viven en condiciones poco apropiadas o directamente sufren maltrato.

Desde Surge defienden los derechos de los animales y la creación de un mundo en el que los animales “estén libres de la opresión y la violencia infligidas por el hombre”. “La única manera de evitar pagar por la crueldad animal es consumir productos alternativos basados en una dieta vegana”, afirman desde la organización.

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Fuente de información: La Vanguardia

Fábricas de carne: la crueldad de la industria de la carne de pollo en España

17 junio 2020

Igualdad Animal presenta junto a ‘Público’ ‘Fábricas de Carne’ un reportaje que documenta la crueldad del crecimiento rápido que sufren los pollos con la visita de Ana Pardo de Vera y Silvia Barquero a una granja durante las diferentes fases de desarrollo de los animales.

La organización internacional de protección de los animales expone junto a ‘Público’ el sufrimiento extremo que padecen estos pollos, que viven hacinados en un aire irrespirable y con el abdomen abrasado por la falta de limpieza. Muchos colapsan y mueren al no poder alcanzar los comederos. Hemos querido documentar el terrible sistema de cría al que son sometidos los pollos usados para producir carne.

El Gobierno de Aragón lo admite al fin: limitar las macrogranjas resulta beneficioso

El Gobierno de Aragón avala las normas urbanísticas con las que el Ayuntamiento de Sabiñánigo vetó la ganadería industrial para proteger la tradicional y evitar el efecto llamada que sigue llenando de cuadras el mundo rural pese al pinchazo de las exportaciones a China

8 de junio 2020

El Gobierno de Aragón ha acabado por admitir que limitar la ganadería industrial y las macrogranjas de porcino que llevan años expandiéndose por el territorio de la comunidad resulta beneficioso para el medio ambiente, tal y como vienen defendiendo las organizaciones ecologistas y el creciente número de ayuntamientos y plataformas locales que reclaman frenar la desmesurada expansión de este modelo productivo, que está devorando el tradicional de granjas familiares.

El pronunciamiento lo ha hecho el Inaga (Instituto Aragonés de Garantía Ambiental) en la resolución por la que exime de someter a una evaluación ambiental estratégica la decisión del Ayuntamiento de Sabiñánigo de prohibir «en todo el término municipal la implantación de nuevas pequeñas explotaciones, explotaciones industriales o instalaciones industriales de guarda de animales destinadas al ganado porcino».

La norma, materializada mediante una modificación del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de 2006, sitúa en 360 unidades ganaderas el límite para las cuadras de cerdos, lo que equivale a 375 madres o 3.000 animales de cebo, al tiempo que veta su ubicación en cualquier terreno que forme parte de una Zepa (Zona Especial de Protección de Aves) o LIC (Lugar de Interés Comunitario) (hay tres y diez) o esté incluida en el Parque Natural de la Sierra de Guara. Tampoco podrán levantarse a menos de 1.500 metros del «límite del suelo urbano de los núcleos de población» del municipio, que son 52 habitados y otros 21 despoblados.

«Una razón imperiosa de interés general»

La resolución del Inaga, que lleva años autorizando casi a diario la apertura de nuevas granjas con un vertiginoso ritmo que ha convertido a la comunidad en la que soporta la mayor cabaña porcina del país, con las negativas consecuencias ambientales y de salud pública que ello está conllevando, ha concluido que la decisión del consistorio serrablés «favorece la conservación de espacios sensibles como la Red Natura 2000 y los ENP» (Espacios Naturales Protegidos) y también «la ganadería extensiva y las explotaciones locales, lo que es sostenible ambientalmente», además de que “no implica una alteración urbanística de la clasificación del suelo ni cambios de los usos del suelo”.

La obviedad no resta valor simbólico a las conclusiones del Inaga, ya que en la práctica se trata del órgano del que depende la apertura de nuevas granjas y la ampliación de las existentes en el territorio de la comunidad.

«Las medidas y el condicionado ambiental que incorpora el presente informe quedan justificadas y motivada su necesidad para la protección del medio ambiente, ya que dicha protección constituye una razón imperiosa de interés general», indica el documento.

«Evita la acumulación de grandes cantidades de estiércoles líquidos»

El Inaga concluye, negro sobre blanco, que el veto a la ganadería industrial «disminuye los requerimientos de recursos e infraestructuras que las grandes explotaciones necesitan» y, al mismo tiempo, «evita la acumulación de grandes cantidades de estiércoles líquidos que producen estas explotaciones y que generan elevadas emisiones a la atmósfera, malos olores y requieren muchas más tierras para su valorización como fertilizante con los consiguientes incrementos en los desplazamientos» de vehículos y, con ellos, del lanzamiento de gases de efecto invernadero.

Por último, el Instituto Aragonés de Garantía Ambiental señala que ese veto también resulta «positivo desde el punto de vista paisajístico», puesto que «evita la instalación de naves más numerosas o de mayor tamaño» por el territorio, lo que «reduce el impacto paisajístico de las mismas en el medio agroforestal».

El desmesurado desarrollo de la ganadería industrial del porcino ha situado a Aragón como el principal productor de este tipo de animales de abasto, cuya presencia alcanza magnitudes superiores incluso a las de Cataluña, que tradicionalmente había sido el territorio con mayor implantación: los datos del Ministerio de Agricultura indican que el porcino aragonés lleva dos años (2018 y 2019) superando los ocho millones de cabezas de manera constante, algo que ninguna otra había sufrido antes.

Esas cifras de récord llegan cuando, según los informes del Ministerio de Agricultura, comienzan a consolidarse los indicadores que apuntan a un pinchazo de la burbuja española del porcino, con desplomes de precio cercanos al 20% en menos de tres meses tras hundirse la demanda de China, que está optando por otros proveedores.

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Fuente de información: Eldiario.es

Encuentran miles de vacas en condiciones deplorables en un buque atracado en el Puerto de La Luz

Los agentes de Vigilancia Aduanera necesitaron equipos de respiración autónoma para acabar con la inspección

1 junio 2020

El pasado 27 de mayo Vigilancia Aduanera encontró 5000 vacas en condiciones dantescas e insalubres en el interior de un buque que llegó al Puerto de La Luz y Las Palmas. El hallazgo se produjo durante una operación de control, ya que se tenía la sospecha que el barco, el F.M.Spiridon con bandera de conveniencia de Togo, podría estar trasladando sustancias estupefacientes.

Sin embargo, y al acceder a este barco que se dirigía a Egipto, los agentes no pudieron continuar con su inspección debido al deplorable estado de los animales que encontraron en su bodega. Según se puede ver en las imágenes a las que ha tenido acceso la Cadena SER, estas 5000 vacas se encontraban hacinadas, en condiciones de extrema delgadez y sobre una capa de excrementos de varios centímetros. Debido a su mal estado, varias de ellas murieron antes de llegar a puerto y sus cadáveres fueron depositados en la misma cubierta a la intemperie.

Ante este dantesco escenario, los agentes de Aduanas precisaron de equipos de respiración autónoma que fueron proporcionados por el cuerpo de bomberos de Las Palmas de Gran Canaria, que también participó en la inspección así como la Policía Nacional.

Por el momento se desconocen más detalles de la operación y el buque ya ha zarpado hacia su puerto de destino.

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Fuente de información: Cadena Ser

Los ganaderos plantean sacrificar 1 de cada 5 lechones ibéricos por la caída de la demanda

Productores e industriales de ibérico de cebo y cebo de campo, que aglutinan casi 3 de los 3,6 millones de sacrificios anuales, temen un desplome ante el cierre de bares y el turismo cero.

11 abril 2020

El sector del cerdo ibérico teme un empacho de carne en el mercado una vez pase lo peor de la pandemia del coronavirus. Algo que podría hundir los precios y agravar el golpe que ya sufre este segmento emblemático de la ganadería española por la crisis sanitaria. Y ello porque, según el análisis realizado por Asici (Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico), el cierre de bares y restaurantes sumado el turismo cero se está produciendo en paralelo al sacrificio medio mensual de entre 250.000 y 300.000 guarros ibéricos de las categorías cebo (alimentados con pienso en granjas) y cebo de campo (pienso y hierba al aire libre, pero sin bellota). Ante ello plantean una solución inédita.

Se trata de sacrificar de antemano parte de los animales que se prevé que serán llevados a matadero en noviembre y diciembre. En palabras de Antonio Prieto, presidente de Asici, «ya que la Semana Santa y el inicio de las vacaciones serán momentos de nulo o muy bajo consumo, tenemos que prepararnos para que las fiestas navideñas no lleguen con un exceso de carne«. Los lechones que ahora tienen un mes o menos, dentro de ocho meses estarían listos para ser sacrificados. La propuesta realizada por Asici tras consultar a organizaciones que agrupa como Asaja, Coag, UPA, Iberaice o Cooperativas Agro-Alimentarias, es que hasta un 20% de esos lechones salgan ya de la cadena de producción mediante un acuerdo de todo el sector que cuente con apoyo económico de las administraciones.

Se busca con ello «ventilar el mercado y evitar que el ibérico se devalúe y llegue a venderse al mismo precio que la carne de pollo», ejemplifica Prieto poniendo un ejemplo extremo. De salir adelante, sería una acción coordinada que no se recuerda desde la década de los ochenta del pasado siglo. En la anterior crisis, en 2008, Prieto recuerda que también se barajó y ejecutó en algunos casos particulares un sacrificio anticipado de lechones. Pero no al nivel que ahora se plantea. «En ese momento seguía habiendo un cierto nivel de consumo, aunque bajara, y se negoció con grandes cadenas como Carrefour, Leclerc o Alcampo para tratar entre todos de dar salida al exceso de carne que se generó».

Junto a esta medida, que supondría también un menor coste a los ganaderos al criar menos animales, el segmento mayoritario del ibérico está preocupado más a corto plazo por esa caída de la demanda del sector horeca (hostelería, restauración y catering). Una opción es el retraso en los sacrificios uno o dos meses. «Pero eso tiene dos inconvenientes para los ganaderos e industriales. Primero, que tienes que aguantar al animal y alimentarlo más tiempo lo que supone un coste de circulante no previsto. Y, además, al llegar con más peso al sacrificio, los jamones y paletas salen más grandes y eso penaliza posteriormente su comercialización«, explica Prieto desde su domicilio en Fuenlabrada de los Montes (Badajoz), donde pasa el confinamiento.

La situación a corto plazo supone también riesgo de la llegada de los intermediarios especuladores. «Ya hay quien está viendo cómo a un precio de 20 euros la arroba no vende los cerdos, pero si lo baja a 15 euros sí. Entonces no se trata de que no haya mercado, sino de que lo hay si se cede a la especulación«. Por eso, Asici también propone evaluar conjuntamente la capacidad de almacenamiento en frío del sector para sacar temporalmente del mercado carne que vaya a no venderse, o bien se acabe comercializando a precios no rentables para los ganaderos.

En total, en España se sacrifican al año unos 3,6 millones de cerdos ibéricos, de los que este año han sido 733.000 los que se alimentan con bellota y se crían en dehesas, siendo el resto (casi tres millones) animales engordados con pienso, hierba y pasto en granjas o al aire libre. En Asici están agrupadas 17.000 explotaciones porcinas, nueve de cada diez de las existentes, así como el 90% de la industria transformadora y comercializadora. A diferencias de los animales de bellota, que van a matadero de noviembre a marzo, el resto se sacrifica regularmente durante todo el año.

El ibérico de bellota salva la montanera

Por ello, en el segmento de mayor valor del ibérico, el de los cochinos alimentados con bellotas y hierba en las dehesas, la crisis sanitaria ha llegado justo al final de la campaña de sacrificios. Ello le ha permitido salvar los muebles, aunque la declaración del estado de alarma el 14 de marzo ha provocado precisamente un mayor recurso de los productores de este tipo de carne a la congelación de la parte destinada a venderse fresca. Esto ha hecho que una parte importante de esa capacidad de conservación en frío esté copada para el resto del ibérico que sigue yendo a matadero mes a mes. «Hay que determinar entre todos cuánta capacidad de almacenamiento hay a día de hoy».

Los casi 733.000 sacrificios suponen la segunda mayor cifra de los últimos seis años. «Esta categoría este año, con lo que se nos ha venido encima, puede calificarse de una isla dentro del conjunto del ibérico«, resume Prieto. Del total de animales de bellota sacrificados, el 54% corresponden al precinto negro, es decir, animales 100% de raza ibérica; y el 46% al precinto rojo. De este último porcentaje, el 11% fueron animales con un 75% de raza ibérica; y el 35% restante, un 50% de raza ibérica. En Andalucía se han engordado 344.080 animales (47%), en Extremadura 263.828 (36%) y en Castilla y León 52.942 (7,2%). Si a ellas unimos Portugal con 58.951 animales (8%), tenemos las cuatro zonas principales de engorde de animales de montanera.

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Fuente de información: El Confidencial

Barbarie en la industria porcina española: las imágenes que muestran los problemas de bienestar en las granjas

El trabajo fotográfico ‘Dentro de la industria porcina española’ de Aitor Garmendia se hace con el premio Picture of The Year International por tercer año consecutivo por mostrar la realidad dentro de las granjas en España.

5 marzo 2020

El fotoperiodista Aitor Garmendia gana por tercer año consecutivo el premio Picture of The Year International con un reportaje fotográfico que muestra la realidad de las granjas de cerdos en España. / AITOR GARMENDIA
Dentro de la industria porcina española


Ha registrado el maltrato a los animales tras acceder junto a otros activistas a más de 30 granjas porcinas. /  AITOR GARMENDIA
Maltrato
Aitor Garmendia (nombre ficticio) ha registrado el maltrato a los animales tras acceder junto a otros activistas a más de 30 granjas porcinas. Los lechones de la imagen están sobre un montículo de excrementos.


Un cerdo con una malformación en una granja española. / AITOR GARMENDIA
No se garantiza el bienestar animal
Un informe de la Fundación Igualdad Animal revelaba que la organización Interporc creó su propio sello de calidad, que no garantiza el bienestar animal en la industria porcina. En la imagen, se muestra a un cerdo con una malformación en una granja española.


Los cerdos apenas disponen de espacio en las jaulas de las granjas porcinas. /  AITOR GARMENDIA
Sin espacio
Los cerdos apenas disponen de espacio en las jaulas de las granjas porcinas. En la imagen, se puede observar cómo los animales viven en pequeñas jaulas en batería.


Un activista observa las herramientas usadas en una de las granjas porcinas, hacinadas y sin ningún tipo de control. /  AITOR GARMENDIA
Sin control
Un activista observa las herramientas usadas en una de las granjas porcinas, hacinadas y sin ningún tipo de control. 


No es la primera vez que Aitor Garmendia muestra el horror de las granjas españolas. / AITOR GARMENDIA
Horror en las granjas
No es la primera vez que Garmendia muestra el horror de las granjas españolas. Ya lo hizo con sus anteriores trabajos ‘Matadero. Lo que la industria cárnica esconde’ y ‘El trabajo encubierto de activistas investigadores en granjas’, por los que se hizo con el premio Picture of The Year International.


Cadáveres de lechones en un contenedor de una granja porcina. / AITOR GARMENDIA
Barbarie de la industria cárnica
Cadáveres de lechones en un contenedor de una granja porcina, imagen que retrata la barbarie de la industria cárnica. 


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Fuente de información: Público

La contaminación atmosférica por los purines se duplica en seis años

Cataluña cuenta con una cabaña de nueve millones de cerdos, concentrados en las comarcas de Osona y Lleida.

29 febrero 2020

Mucho se ha dicho, medido y alertado de la contaminación de los acuíferos por purines que sufren las zonas de Cataluña que concentran las granjas porcinas. Pero no es tan conocida la contaminación que esta mezcla de orín con excrementos causa en la atmósfera, debido a la eliminación del nitrógeno en forma de amoníaco, principalmente a través de los orines. En seis años, la contaminación atmosférica por las emisiones de los purines se ha duplicado (han pasado de 9.500 toneladas en 2012, a 21.000 en 2018, según el registro oficial de contaminantes PRTR). Un dato alarmante, y más cuando el resto de emisiones se reducen.

En contacto con el aire —y más allá del olor que desprenden los purines—, el amoníaco favorece la generación de partículas contaminantes que impactan en la salud de las personas que las respiran, como ocurre con las emisiones de NO2. España incumple desde hace ocho años los umbrales máximos de emisiones atmosféricas de amoníaco y es el único país en el que las emisiones no se han reducido desde 1990. En 2018, recuerda el portal divulgativo Contaminació.Barcelona, que ha recopilado todos estos datos, la revista Naturepublicó una imagen de satélite donde se aprecia cómo Cataluña es la principal fuente de estas emisiones.

Actualmente, en la comunidad hay nueve millones de cerdos, cuyas granjas se concentran en la comarca de Osona y en Lleida. Lo recordaba esta semana la organización ecologista Depana, que publicó el manifiesto Ni un cerdo más, donde pide “medidas drásticas y urgentes” para reducir la contaminación que producen.

La directora general de Calidad Ambiental de la Generalitat, Mercè Rius, recuerda que el Govern ya no autoriza nuevas granjas “en zonas consideradas vulnerables”. Y que en 2019 aprobó un decreto sobre gestión de la fertilización del suelo que limita otra fuente de emisiones de amoníaco, que es el esparcir en abanico, con grandes cubas, purines como fertilizante en campos de cultivo. Rius admite, con todo, que esta contaminación es un problema, como lo muestra que “las partículas más pequeñas se han reducido en zonas urbanas y, en cambio, en las rurales aumentan o se mantienen”.

El investigador del CSIC Xavier Querol señala que el problema de las emisiones de amoníaco por purines “es de alcance europeo y afecta a un sector que ha evolucionado muy poco, mientras la industria se ha puesto las pilas”. El experto sitúa como grandes focos de emisiones las grandes instalaciones ganaderas, que con la peste porcina en China aumentaron su producción, y la citada aplicación de purines como fertilizantes. En el caso de las granjas, reducir las emisiones pasa por ventilarlas, no acumular purines y cuidar la alimentación de los cerdos, para reducir la cantidad de excrementos. Querol alude también a estudios recientes que han demostrado el impacto que las partículas tienen en la vegetación a partir de tres miligramos por metro cúbico: “En Osona se registran picos de más de 30 miligramos”, avisa.

Desde Unió de Pagesos, el responsable del sector porcino, Rossend Saltiveri, coincide en que “es necesario actuar” contra la contaminación que provoca el sector, y en el caso concreto de las emisiones de amoníaco, recuerda la entrada en vigor del decreto de fertilización, y que si algún ganadero no es capaz de gestionar los purines que genera su granja debe reducir su cabaña. Sobre los cambios en la alimentación, apunta que los ganaderos están introduciendo “alimentaciones más eficientes para que en los purines haya menos presencia de amoníaco”.

Saltiveri añade, además, que la semana pasada, el Ministerio de Agricultura aprobó un Real Decreto de ordenación del sector porcino que incluye medidas para la reducción del amoníaco y gases de efecto invernadero de las explotaciones, como vaciar las fosas de dentro de las granjas por lo menos una vez al mes y elegir entre vaciarlas dos veces por semana o cubrir las balsas exteriores donde se acumulan los purines. “El objetivo no debe ser reducir cabañas sino emisiones, necesitamos ayudas y tiempo para hacerlo”, concluye.

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Fuente de información: El País

Ni un porc més (Ni un cerdo más)

Entidades animalistas y ecologistas exigimos una Moratoria Inmediata en el otorgamiento de autorizaciones para la instalación o ampliación de granjas porcinas en Cataluña.

28 febrero 2020

Cataluña es la comunidad autónoma que acoge la mayor concentración de explotaciones intensivas porcinas de España, con más de 9 millones de cerdos [1]. La proliferación de nuevas explotaciones industriales y/o la ampliación de las ya existentes, está agravando un problema medioambiental, social y sanitario de gran magnitud y por ello hay que tomar medidas drásticas y urgentes al respecto:

  • Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola en España siguen en aumento y la ganadería industrial es la gran responsable. Esta produce el 67% de las emisiones del sector. Las actividades ganaderas aumentaron un 1,4% sus emisiones en 2018 debido, fundamentalmente, a la gestión de los purines (+ 2,6%) [2]. El sector porcino en particular es el responsable del 22% de todas las emisiones de la ganadería en España [3]. Ante la situación de emergencia climática en la que vivimos es urgente frenar y reducir las emisiones provenientes de la ganadería y, en el caso de Cataluña, del sector porcino.
  • Las deyecciones ganaderas, principalmente de la industria porcina, son una gran fuente de contaminación del agua y afectan a un 33,8% de la superficie total de Cataluña. Los nitratos superan el límite legal permitido y perjudican a 422 poblaciones, es decir, al 45% de todos los municipios catalanes [4]. Además, estos residuos, con un alto índice de nitratos, producen alteraciones graves en la sangre y están relacionados con diferentes formas de cáncer. Este problema ha desencadenado que se decretara una moratoria a 66 municipios [5] y que la Comisión Europea abriera en 2018 un procedimiento de infracción a España por incumplimiento de la Directiva de Nitratos [6].
  • La industria porcina también es una de las principales responsables de la contaminación del suelo consecuencia del uso desmesurado de los purines como fertilizantes agrícolas, produciendo un exceso de fósforo, potasio y otros minerales pesados. Esto supone un enorme impacto en la degradación del hábitat, que afecta a un gran número y tipo de especies y, consecuentemente, a sus procesos ecológicos.
  • Los purines son una de las principales fuentes emisoras de amoníaco en Cataluña. Este gas es altamente contaminante por su capacidad de acidificación cuando reacciona con un medio acuoso, con graves consecuencias para la calidad del suelo y del agua, afectando los sistemas acuáticos de ríos y lagos, y produciendo daños en bosques y cultivos. Además, no existe una gestión óptima para neutralizar el óxido nitroso, gas de efecto invernadero 298 veces más potente que el CO2, emitido por el amoníaco durante su oxidación [7]. España, incluyendo Cataluña, lleva incumpliendo el límite de emisiones de amoníaco desde que se estableció en el 2010 y esto ha derivado en la apertura de un procedimiento de infracción por parte de la Comisión Europea en noviembre de 2018 [8].
  • La ciencia confirma que también los animales considerados «de producción» o «de granja” sienten y tienen capacidades cognitivas, personalidad propia y diferentes formas de conciencia [9]. La ganadería industrial amontona a los animales durante toda su vida y los expone a situaciones y prácticas muy perjudiciales, comprometiendo así su estado físico y psicológico y, por tanto, su bienestar.
  • La situación de hacinamiento permanente de los animales, con todo lo que conlleva, favorece la proliferación de enfermedades y, para paliarlas, se hace un uso excesivo de antibióticos [10]. Un hecho que supone un grave problema de salud pública porque debilita nuestro sistema inmunológico. Además, España es el país de la UE que más antimicrobianos utiliza la ganadería [11]. 
  • Los sistemas de producción alimentaria actuales no aseguran alimentos totalmente saludables para la ciudadanía. Cataluña necesita un modelo que garantice la soberanía y la justicia alimentaria.
  • la ganadería intensiva de cerdo depende totalmente de la importación de soja. En muchos casos ésta es transgénica y conlleva un elevado uso de plaguicidas, como el glifosato. La mayor parte del grano importado proviene de la deforestación para la creación de campos de cultivo en otros continentes, como sucede en la Amazonia, en América Latina.

Aunque la Administración Pública tuvo conocimiento de la gravedad del problema a través de la publicación del informe del Síndic de Greuges en diciembre de 2016 y es consciente de los datos mencionados anteriormente, sigue perpetuando una gestión nefasta del territorio catalán. Esta situación no puede continuar y se debe frenar de golpe la expansión del sector.

Es por ello que diferentes entidades de protección de los animales y del medioambiente exigimos que se ponga en marcha una Moratoria inmediata en el otorgamiento de autorizaciones para la instalación de nuevas granjas porcinas o ampliaciones de las existentes. Son muchas ya las zonas vulnerables por contaminación y, si las medidas no se aplican rápidamente, Cataluña podría entrar en colapso medioambiental. Un camino sin retorno.

Entidades que firman este manifiesto:

  • ADDA
  • ANIMANATURALIS
  • ASSOCIACIÓ ANIMALISTA LIBERA!
  • ASSOCIACIÓ DE NATURALISTES DE GIRONA
  • CAMPAÑA MACROGRANJAS NO
  • COORDINADORA ESTATAL STOP GANADERÍA INDUSTRIAL
  • DEPANA – LLIGA PER A LA DEFENSA DEL PATRIMONI NATURAL
  • ECOLOGISTES EN ACCIÓ
  • FAADA
  • FUNDACIÓ FAUNA
  • FUNDACIÓN FRANZ WEBER
  • FUNDACIÓN SANTUARIO GAIA
  • GREENPEACE
  • GRUP DE DEFENSA DEL TER
  • JUSTÍCIA ALIMENTÀRIA
  • LIMNOS – ASSOCIACIÓ DE DEFENSA DEL PATRIMONI NATURAL DEL PLA DE L’ESTANY
  • MÓN LA BASSA – HOGAR ANIMAL
  • PROVEG

1 Departament d’Agricultura, Ramaderia i Pesca (2019). Relació d’explotacions ramaderes a 04/11/2019. Recuperat [21/02/2020] de: http://agricultura.gencat.cat/ca/serveis/registres-oficials/ramaderia-sanitat-animal/registre-explotacions-ramaderes/

2 Ministerio para la Transición Ecológica (2019). Últimas noticias. Recuperat [24/02/2020] de: https://www.miteco.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/las-emisiones-de-co2-disminuyen-en-espa%C3%B1a-un-22-en-2018-con-respecto-al-a%C3%B1o-anterior/tcm:30-497589

3 Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (2019). Documento de partida subgrupo de trabajo del objetivo específico 4. “Contribuir a la atenuación del cambio climático y a la adaptación a sus efectos, así como a la energía sostenible”. Recuperat [24/02/2020] de: https://www.mapa.gob.es/es/pac/post-2020/200207_oe4documentodepartidav4_tcm30-520397.pdf

4 Agència Catalana de l’Aigua (2019). Fitxes resum de l’evolució de les concentracions de nitrats a les zones vulnerables de Catalunya (abril 2019). Recuperat [21/02/2020] de: http://aca.gencat.cat/web/.content/20_Aigua/04_estat_del_medi_hidric/04_zones_vulnerables_nitrats/02_Fitxes_Zones_Vulnerables.pdf

5 Bundó, M. (2019). Un total de 66 municipios catalanes no podrán ampliar sus granjas ni adquirir más ganado en dos años, EuropaPress. https://www.europapress.es/catalunya/noticia-total-66-municipios-catalanes-no-podran-ampliar-granjas-adquirir-mas-ganado-dos-anos-20190703144854.html

6 Comisión Europea. Paquete de procedimientos de infracción de noviembre: principales decisiones (2018). Recuperat [24/02/2020] de: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/MEMO_18_6247

7 Greenpeace. España supera el techo de emisiones de amoniaco permitido por la UE, sobre todo debido a la ganadería industrial (2019). https://es.greenpeace.org/es/sala-de-prensa/comunicados/espana-supera-el-techo-de-emisiones-de-amoniaco-permitido-por-la-ue-sobre-todo-debido-a-la-ganaderia-industrial/

8 Comisión Europea. Revisión de la aplicación de la política medioambiental. Recuperat [24/02/2020] de: https://ec.europa.eu/environment/eir/pdf/report_es_es.pdf

9 Le Neindre, P. et al. (2017) ‘Animal Consciousness’, EFSA Supporting Publications, 14.

10 Organització Mundial de la Salut. Dejemos de administrar antibióticos a animales sanos para prevenir la propagación de la resistencia a los antimicrobianos (2019). https://www.who.int/es/news-room/detail/07-11-2017-stop-using-antibiotics-in-healthy-animals-to-prevent-the-spread-of-antibiotic-resistance

11 Garrido, G. (2019). Espanya lidera l’ús d’antibiòtics en animals destinats al consum humà, ARA: https://www.ara.cat/societat/Espanya-lidera-antibiotics-animals-destinats_0_2221577875.html

¿Tienen que pagar las grandes explotaciones ganaderas el canon del agua?

El gobierno catalán reclamará el gravamen por el uso del agua a las grandes explotaciones ganaderas, y prevé iniciar la implantación paulatina en las 886 granjas de mayor tamaño.

26 febrero 2020

¿Tienen que pagar los ganaderos el canon del agua? La pregunta es pertinente porque, al fin y al cabo, esta tasa ya la pagan (y desde hace años) los usuarios domésticos, los comercios o las industrias en Catalunya.

El Govern ha recogido en el proyecto de ley de medidas que acompañan a los presupuestos la implantación progresiva del canon del agua en las granjas (cerdos, vacas…). El plan, que ha tropezado con el rechazo del sector agroganadero, persigue instaurar esta tasa este mismo año empezando por las grandes explotaciones; concretamente, por las 886 de mayor tamaño (sujetas al sistema de autorización).

La Agència de Catalana de l’Aigua (ACA) prevé recaudar unos 425.000 euros en el 2022, si bien a partir de esa fecha pagarían todas las explotaciones ganaderas y entonces la recaudación superará los 2 millones de euros anuales.

Nuevo intento, aplicación progresiva

La Generalitat había intentado en los últimos años aplicar el canon del agua al sector ganadero; pero no tuvo éxito, al no aprobarse los presupuestos. Ahora, lo intenta de nuevo.

Su plan consiste en introducir el impuesto paulatinamente, en tres años, y de manera parcial. Es decir, no se aplicaría a la integridad del canon, sino solo a uno de sus dos componentes; concretamente, al gravamen por el uso del agua, pero no al gravamen de la carga contaminante por vertidos. “Solo planteamos que los ganaderos paguen uno de los dos componentes de la tasa”, señala Diego Moxó, director de coordinación territorial del ACA. Sería, además, una aplicación suave; los coeficientes irían aumentando hasta el 0,5 en el 2022, de manera que ese año la bonificación sería del 50%.

No pagan por carga contaminante

La Agència de l’Aigua, sin embargo, no se plantea que los granjeros paguen el gravamen por la carga contaminante, y argumenta en este punto que el sector ya está sujeto al decreto de gestión de purines del Departament d’Agricultura.Este decreto obliga a efectuar un correcto tratamiento de estos desechos; y exige a los dueños de estas instalaciones disponer de balsas de almacenamiento y de tierras agrícolas donde aplicarlos como fertilizantes. Pero ¿por qué los ganaderos no han pagado nunca el canon del agua? (una tasa cuyos ingresos son finalistas y sirve para pagar los sistemas de saneamiento y depuración de las aguas residuales).

Pero ¿por qué?

El argumento del ACA es que mientras los usuarios domésticos e industriales pagan un canon para financiar los sistemas públicos de saneamiento y de depuración, los ganaderos “casi no generan aguas residuales” y no llevan sus caudales a un sistema de saneamiento público; y, por lo tanto, “si lo hacen bien, no contaminan el medio”, arguye Moxó. Sin embargo, si en una inspección -o tras una denuncia- se demuestra que un granjero ha contaminado las aguas, se le obliga a pagar íntegramente el canon.

Rechazo de la industria ganadera

La industria agroganadera rechaza que se implante el canon de agua con el argumento de que sus explotaciones se abastecen de fuentes particulares y recursos propios. Aduce también a que han hecho grandes inversiones para mejorar la eficiencia en el consumo del agua.

“El nuevo decreto de gestión de la fertilización del suelo de los residuos ganaderos, de julio del 2019, es una de les normativas más exigentes en el ámbito mundial; mejorará la calidad de las aguas, pero supone un gran impacto económico”, dice un manifiesto firmado por un frente común de la industria agroganadera (Unió de Pagesos, JARC, Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya, PORCAT, ANPROGAPOR, FAC, FECOC y ASOPROVAC). Diego Moxó replica a estos argumentos diciendo que quienes tienen fuentes propias (como los pozos que explotan las industrias) también pagan el canon del agua.

Vertidos continuos

Los vertidos de purines (muchas veces indiscriminados) han contaminado con nitratos las reservas subterráneas de agua en Catalunya hasta unos niveles que han convertido este asunto en uno de los problemas ambientales más grandes de Catalunya y frente al cual la Administración ha dado una respuesta prácticamente nula; al menos, en términos de eficacia. La Generalitat ha ido ampliando continuamente las zonas subterráneas contaminadas (llamadas eufemísticamente zonas vulnerables), y más de 400 municipios (el 45% de todos los municipios catalanes) superan los niveles máximos de nitratos permitidos (50 microg/litro), lo que impide usar el caudal de fuentes y manantiales. Estos residuos, y en concreto el exceso de contenido en nitratos, se relaciona con diversas enfermedades.

Zonas contaminadas

“La recuperación de las zonas contaminadas por nitratos es muy lenta; no se recuperan como las aguas superficiales que, una vez sometidas a tratamiento de depuración, se sanean muy rápidamente”, dice Moxó. Las sucesivas revisiones sobre el estado de estas aguas subterráneas ha comportado la ampliación de las zonas afectadas. No hay señales de mejora.

La situación ha adquirido tal gravedad en Catalunya, que el decreto sobre gestión de los purines (excrementos ganaderos), aprobado por el Govern hace seis meses, impide durante dos años que se implanten nuevos establecimiento ganaderos en los municipios más afectados. En breve, el Govern prepara una nueva revisión que ampliará las zonas vulnerables.

“La industria porcina es una de las principales responsables de la contaminación del suelo, dado el uso desmesurado de purines como fertilizante agrícola”, señala un manifesto firmado por una decena de entidades (Greenpeace, Ecologistas en Acción, Grup de Defensa del Ter, Adda o la Fundación Franz Weber, entre otras).

Situación en Osona

En la comarca de Osona i Lluçanés, el porcentaje de fuentes que superan el límite de potabilidad (50 mg/l de nitrato) se incrementó en el año 2018 desde un 41% al 50% (con relación al año 2’017), según los datos del Grup de Defensa del Ter.Los estudios de esta oenegé (año 2018) indicaron que de las 155 fuentes analizadas, 30 no manaban. Y respecto a la media de la concentración de nitratos los resultados indicaron un aumento del 57 al 64 mg/l de nitratatos.

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Fuente de información: La Vanguardia